Ya no hay mariposas
Su obra más reciente es la aplaudida e inclasificable Kapelusz. Es músico y poeta. Además, cree en el destino y en la construcción de la felicidad.
Hacia la mitad de cuadra, el barrio de Flores hace honor a su nombre en el estallido celeste y blanco de dos azaleas. (Allí debe vivir el poeta, dicta el prejuicio). Pero no, la dirección que indica el papelito es al lado. La puerta está pintada de celeste y blanco. Y la que se abre es la que sigue a ésa en la cual se tocó el timbre. "Pase, es aquí”, dice desde la inesperada abertura Alberto Muñoz, actor, autor y director de Kapelusz, que se ofrece en Babilonia.
Lindo barrio.
Sí, pero el barrio ya no es lo que era.
No, claro... ¿Por?
Porque ya no hay mariposas. Antes, al llegar el verano, las calles eran el cauce por ' donde volaban cientos de mariposas. Y entre ellas, la gente, los almacenes, las¨pasiones. Ya ni almacenes quedaron.
La charla sigue en la habitación tapizada de libros y de objetos que parecen salidos del tiempo en que las mariposas inundaban los barrios. Aquí, una vieja caja de útiles escolares. Allá, un... revólver.
¿Y eso?
Me lo regaló un señor después de ver mi espectáculo sobre Bairoletto. Dijo que era descendiente del bandido y había heredado el arma. Un revólver con historia.
¿Cómo hace para que en sus canciones la música cuente una historia y la letra, a veces, otra diferente?
Como músico, soy casi un autodidacta. Porque de los 6 a los 13 estudié violín. Y eso, por supuesto, me alejó de la música. Pero siento fascinación por lo melódico. Esto es algo que, paradojalmente, me dio el violín. Y la melodía cuenta historias.
¿De dónde le viene el oficio de juglar?
Durante muchos años me lo pregunté. Una vez encontré la respuesta en un baúl de cosas viejas. Había un diploma con el nombre de mi madre seguido de un título: experta en belleza. Eso lo explicaba todo.
Usted es crítico pero, a la vez, se lleva bien con la realidad, ¿no?
Creo que la felicidad se construye. Y en esa construcción estoy empeñado.
¿Por qué llamó El Destino a su orquesta?
También creo que el destino está escrito. Pero hay que descubrir si uno es empujado por esa escritura o si va hacia ella. Las Sagradas Escrituras existen pero si no se tiene lectura sagrada no se levanta escritura sagrada.
Los músicos de El Destino son jóvenes. ¿Por qué en Kapelusz hacen de viejos?
Es la segunda obra que habla de la vejez. La primera fue Los últimos días de Johnny Weissmuller. Y vamos por la tercera. Son homenajes a esa etapa de la vida que la cultura contemporánea cree descartable.
¿Homenajes a la vejez?
A la búsqueda de la. ilusión. La vejez no es una edad cronológica, es la pérdida de la ilusión. Puede ocurrir a cualquier edad. Se es viejo si no hay de qué enamorarse.
¿En esta foto está con la cantante de Kapelusz?
Sí, con Claudia, mi mujer.
¿Y en ésta?
Con Manuel, mi hijo de 8 años.
Que tiene la camiseta de San Lorenzo.
Y... ¡claro! Ahí estamos en el Tigre.
¿Unas vacaciones?
Vivo un poco acá y un poco allá. Yo me siento un isleño.
¿De qué vive?
De mis clases particulares de poética.
¿Asi las publicita?
No. Publicito boca a boca. Una vez puse un aviso y no llamó nadie. No puedo explicar en un aviso que se trata de la relación entre el arte, la realidad, el pensamiento...
De lo mismo que tratan sus canciones.
Sí, de eso y también de otra cosa. Como la vida, que te dice una cosa y te muestra otra. Eso me lo enseñó Manuel. A los 3 años lo llevé al zoológico a ver el elefante. A la salida le pregunté qué era lo que más le había gustado, y me señaló una hojita en el piso. Creo que aprendí la lección.
También quedó claro lo de las azaleas en la vereda vecina. Y lo de ¿tocar el timbre en una puerta y que se abriera la otra. Igual, el color era celeste y blanco
ESPECTACULOS • CLARIN •
Lunes 24 de noviembre de 1997
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ResponderBorrarHola, Gabriel, muchas gracias por sus comentarios las claves fueron enviadas, que lo disfrute mucho. Gracias
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