9905 - Pata Negra - 1981 - Blues Gitano

RAIMUNDO AMADOR 

La Guitarra Flamenca mas rockera del mundo 

Tocó con Camarón de la Isla y en la emblemática banda Pata Negra. Pero también grabó con músicos como B.B. King y Andrés Calamaro.

El gitanillo tiene 38 años, toca la guitarra como un demonio y nació en las barriadas hacinadas a las afueras de sevilla, esas que conformar el complejo llamado Las tres Mil viviendas Respiro flamenco desde la mas tierna infancia. pero por edad y actitud (‘‘Me atrae la búsqueda, a ver qué pasa más allá de mis narices”), se revolcó en barros rockeros y bluséros, de Jimi Hendrix a B.B. King. 

Raimundo Amador es del tipo de ser humano que usa risotadas para cualquier comentario que le cause una minima gracia. También es de la clase de gente a la que los vicios se les pegan como cálcomanías. De alcohol y heroína están hechas algunas de las. historias que en tomo a él se contaban en los 80. Mucha velocidad, flamenco y rocanrol. Sólo lo pudo frenar un accidente automovilístico: fue el aviso contundente de que debía parar. Amador dejó la heroína y trató de domar los otros excesos como pudo. Se mudo de "Las Tres mil viviendas", se dedicó a sus cinco hijos y su música comenzó a escucharse más cla­ra..“Estoy madurando. Entre otras cosas, lo que mas me interesa ahora es tocar cada dia mejor" dice el muchacho.

Si Amador sé hubiera retirado de la es­cena en 1987, ya tendría sú sitio en el cielo flamenco. Sus trabajos con Camarón dé la Isla (en el histórico La leyenda del tiem­po), con Lole y Manuel, con Kiko Veneno .y, sobre todo, con su hermano Rafael en el grupo Pata Negra (y el inalcanzable Blues de la frontera), lo muestran como un referente clave del (nuevo) flamenco. Sin em­bargo, quiso más. Y ese más era lanzarse como solista. En Gerundina (1995) se mandó en una de mucho rythm & blues, rock, soul, algo de reggae y flamenco, con invitados que fueron de Andrés Calamaro a B.B. King. Ahora, se destapó con En la esquina de Las Vegas, un álbum que con­tinúa la línea del anterior y que lo muestra, en tapa, con una estampa que incluye sombrero, botas, bigotes anchoíta y un pe­rro a sus pies.

Amador, ¿por qué En la esquina de Las Vegas? 

La gente piensa que tiene que ver con la ciudad norteamericana, ese pedazo de de­sierto lleno de casinos. No. La esquina de Las Vegas es la esquina de la casa donde he vivido toda mi vida, en el Polígono Sur.

Es un homenaje a mi barrio. 

¿Por qué te ftiiste? 

Bueno, cambié de barrio pero sigo en Sevilla. Como dice la canción, "me quedo en Sevilla hasta el final”. 

¿Coincidís en que hay una suerte de resur­gimiento del flamenco? 

Sí, pero también hay mucha porquería. Vamos a ver cuánto dura todo esto. 

Amador es escueto cuando habla de fla­menco. En los últimos años, se ha limita­do a hablar de música, un poco como con­secuencia de algunas críticas de flamencólicos que ven en su guitarra gérmenes de impureza flamenca. “A mí me da igual. Que hablen. Yo sé lo que hago, y sé lo que me gusta y lo que no. Y sigo trabajando.” 

Entré esos trabajos, se encuentra sacán­dole punta a la posibilidad cierta de com­partir un recital con B.B. King, Y a la de bajar a la Argentina. "Vamos a ver. Tengo muchísimas ganas. Todos los españoles que vuelven de la Argentina hablan mara­villas. Además, le estoy encontrando el sa­bor a la música de ustedes. Me gusta Gardel, y he tocado una milonguita con el gru­po Malevaje. Y hace poco compartí un to­que con Luis Salinas, un tío muy bueno para hacer jazz." Pero la música no es todo para Amador. También está la noche ("soy medio vampirillo”) y los animales. "Vivo en una casa con muchísimos animales. Tengo muchos perros, y tenía gallinas. No tengo más, porque los perros me fueron matando los pollitos. ¿Te das cuenta? Además de que me cuesta poner orden en mi vida, tengo que poner orden con mis animales. Por suerte tengo mi guitarra. Esa no me falla nunca.” Dice, y larga una risotada.

Clarin Espectaculos

Sabado 7 de Junio de 1997

Mariano Del Mazo

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