La chica que se viene
Es cantante, guitarrista, compositora y mujer de Ricardo Mollo. Sus temas se destacan por su originalidad y audacia. En julio sale su disco debut.
Si algo la debe sacar de las casillas a Erica García es que la identifiquen solamente por ser la mujer de Ricardo Mollo. Y tendría razón. Porque esta morocha de 29 años posee varios motivos para brillar. Uno es bastante contundente: Erica García es bella. Otro, bastante trascendente: Erica García es talentosa. Bien, entre esos labios y esa música habrá que encontrar los otros motivos, los que la volvieron uno de los personajes más raros e interesantes del cansado rock local.
La información gacetillesca dice que el 4 de julio saldrá su primer disco solista, El Cerebro. No dice nada del ancho universo que cubre ese álbum, con músicas que van del rock and roll, el bolero (el brillante Yo te lo confesé) y los aires flamencos a letras de una lucidez y audacia poéticas infrecuentes.
Tampoco dice nada de Mata Violeta, el trío de damiselas que transitó pubs y redacciones en los primeros noventa. Mucho menos de la chica que pasó su adolescencia encerrada en un cuarto, tocando la guitarra y llorando.
■ La típica adolescente melancólica.
■ Sí, era increíble. Terriblemente tímida además. Prácticamente no conocía el mundo exterior. Estaba todo el día tocando la guitarrita. Y no podía dejar de llorar.
■ ¿No hacías nada más?
■ Tae-kwon-do. Llegué a cinturón negro.
Era rara, muy rara. Tenía un mundo impenetrable. Un día mi cabeza hizo crack, y empecé a salir. Me puse a estudiar danza y teatro, me compré una guitarra y me largué a cantar.
En 1989 Erica conoció a Ricardo Mollo. La chica que lloraba en su cuarto y el guitarrista desaforado de MAM, Sumo y Divididos se enamoraron. Empezaba otra historia, que a su vez se entretejió con la de Mata Violeta, el grupo que Erica compartía con Florencia Lescani y Karina Tamburini.
■ ¿Qué pasó con Mata Violeta?
■ Estuvimos juntas muchísimo tiempo. Pero la separación fue horrible. Existían un montón de cosas secretas que explotaron e hicieron daño.
■ ¿Qué cosas?
■ En la convivencia siempre hay lucha de egos, de poder, y hasta de sexo. Pasaron cosas. Llegamos a grabar un disco que nunca salió, que lo produjo Ricardo (Mollo). Fue un momento terrible de mi relación con él.
■ ¿Porqué?
■ Todo fue muy tempestuoso. Había muchos quilombos de ego. Por eso, cuando me ofrecieron grabar mi disco, dudé mucho al elegir el productor. Sabía que si lo elegía a Ricardo era la separación segura.
■ Y elegiste a Mollo...
■ Sí, imprevistamente anduvo todo bien Nos compensamos. El disco salió genial ahora compramos un galpón para hacer allí nuestra casa.
En ese galpón, Erica está acopiando objetos que encuentra en la calle. “Soy muy basurera, vivo recogiendo pedazos de rejas, telas, lo que sea”. La chica -que luce un tapado marrón y unos zapatos con soberbias plataformas (“yo diseño mi ropa dice)- sueña con convertir ese galpór hogar, y llenarlo de animales, plantaciones de tomate e hijos. “Ahora estamos viviendo en un departamento. Y ya nos queda chico. Me quiero mudar cuanto antes. El tema es que todo esto coincide con el lanzamiento de El cerebro.”
■ Hablás como si estuvieras en un sueño....
■ Sí. Es más: todo esto que me está pasando lo soñé. Pero no es metáfora. Lo soñe exactamente. Desde el mismo día en debuté en la música.
■ ¿Cuándo debutaste?
■ Fue en un barcito. Yo salía de mi periodo de encierro. Fue con el Piojo Abalos; el Flaco Alambre. El 5 de octubre de 1989
■ Te acordás la fecha exacta.
■ Sí, porque estaba tan nerviosa, tan tensa, que me desmayé. Siempre fui muy tímida. Amanecí al otro día, internada y con suero.
Clarin Espectaculos
Gracias!!! Muy buen material!!!!
ResponderBorrarGracias Por comentar
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