Desembarcan los Deep Purple
Mañana o los 22 y pasado o las 21, por primero vez juntos en la Argentina, con el álbum "Purpendicular". Esos que a fines de los 60 dieron identidad o los arreglos paro rock pesado
De las bandas que pusieron la piedra basal del rock pocas quedaban por venir a la Argentina. En algunos de los casos, ante la imposibilidad de la llegada de la banda, venían algunos nüembros en carácter solista. Eso ocurrió con los Deep Purple: en su momento, y como no estaban dentro de la banda, el histórico cantante Ian Gillan llegó como avanzada, hace ya cuatro largos años, y consiguió un éxito rotundo en el estadio Obras.
El año pasado fue Ritchie Blackmore el guitarrista más notable en la historia de Purple, el que mostró su magia en el teatro Opera. Pero este fin de semana, por fin, serán los Deep Purple los que estarán, casi completos, en Obras para revivir la leyenda. Y decimos casi porque de su formación más famosa (Gillan en voz, Blackmore en guitarra, Jon Lord en órgano, Ian Paice en batería y Roger Glover en bajo) estará ausente Blackmore, peleado con el resto, reemplazado por Steve Mor.se, dueño de un estiló particular y bastante novedoso en el sonido de los púrpura. -
Los Purple son un grupo fundamental en la historia del género. Allá, hacia fines de los ’60, le dieron una identidad a la combinación de rock pesado y arreglos orquestales, con una serie de clásicos que aún hoy no han sido superados: Humo sobre el agua, Estrella del camino, Mujer de Tokio, Bola de fuego, Noche negra, Rey dé lá velocidad, Soldado de la fortuna y hasta Perfectos extraños y Golpeando la puerta de atrás (estos dos, los últimos hits que tuvo la banda hace una década y media) dan cuenta de esto.
La génesis de Purple hay que rastrearla en el verano de 1968, cuando Lord, Paice, Blackmore, más el cantante Rod Evans y el bajista Nick Simper, dan vida a la agrupación. Con esta formación, Purple edita sus iniciáticos Shades of Deep Purple, The Book óf Taliesyn y Deep Purple, que consiguen hacer famosa a la banda en el Reino Unido. Norteamérica todavía estaba sumida en el desencanto hippie cuando, en 1970 y ya con Ian Gillan y Roger Glover, Purple edita In Rock y produce una verdadera revolución en la música. Cercanos a Led Zeppelin pero con más contundencia, Deep Purple cruza el océano y se hace famoso entré los rockeros de este continente. El disco siguiente, Fireball, termina por conquistar el mundo para el grupo, cuando aparece, en 1972, Machine Head, con los himnos Humo sobre el agua, Estrella del caminó y Postales dé casa. A tal punto llega el éxito, que deben girar diez meses tocando por toda Europa y Japón. Pero el suceso también desestabilizó a la banda que ve partir a Ian Gillan y Roger Glover. La nueva formación, Con David Coverdale (voz) y Glenn Hughes (bajo), es tan buena como la anterior, lo que queda patentizado en las placas Burn y Stormbringer.
Pero los celos entre Blackmore y Hughes terminan con el güitarrista afuera. Y ya no todo será lo mismo, aun cuando entra Tommy Bolín a la banda.;El nuevo guitarrista tiene tanta habilidad con las cuerdas como problemas con las drogas y en 1976 Deep Purple llega a su fin.
Pasarán seis años hasta que la formación más famosa de la banda decide reunirse. Tentados por él dinero, Gillan y Blackmore dejan atrás las rencillas y editan Perfect Strangers, un regreso más que decoroso. Pero seria el último gran grito del conjunto. Los discos sucesivos (The House of Blue Light, And the Battle Rages On) son un fracaso y llega así el segundo final de Purple. A partir de entonces, sucesivas reuniones, cambios de músico y giras aburguesadas marcan el rumbo de Purple hasta que, finalmente, deciden por última vez reorganizar el grupo, el año pasado. Blackmore es el único que no acepta y, tras una audiencia, ingresa eñ su lugar Steve Morse. El disco que editan se llama. Purpendicular, que si bien es un álbum menor, su gira de difusión permite algo mayor que los Deep Purple lleguen por primera vez a la Argentina, con toda su valija de viejos himnos a cuesta. La cita es este sábado desde las 22 y el domingo desde las 21 en Obras. Es verdad será una velada nostálgica. Pero habiendo buena música de por medio, ¿a quién le importa?
Artes y Espectaculos - La Razon
Viernes 28 de Febrero de 1997
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