jueves, 15 de febrero de 2018

0940 - Bob Dylan - 1988 - Bob Dylan Live 1966, The Royal Albert Hall Concert

Se editaron los miticos shows en vivo de 1966

Dylan, A punto de Caramelo


Ya se consiguen los conciertos que tres decadas atras pusieron al joven Bob Dylan en el ojo de la tormenta: aquellos en los que paso del folk al rock.



Jon Pareles
The New York Times y Clarin
Viernes 23 de Octubre de 1998

Las cosas se pusieron feas cuando Bob Dylan se pre­sentó el 17 de mayo de 1966 en el Free Trade Hall de Manchester, In­glaterra. Buena parte del público se mos­tró muy hostil hacia las canciones de Dy­lan que no eran de protesta, interpretadas junto a su banda eléctrica. Aullidos, insul­tos y aplausos intentaban ahogar la música. Mientras la banda afinaba, un provoca­dor gritó “¡Judas!”, como si Dylan fuera al mismo tiempo apóstol y traidor. Dylan contestó: “No te creo" (I Don’t Believe You), y le indicó a la banda que tocara alto, haciendo de Like a Rolling Stone una exal­tada acusación y un himno desilusionado.
Todo fue debidamente grabado por Columbia Records, que acaba de lanzar los dos CD que componen Dylan Live 1966. Demostrando una vez más que es un pési­mo juez de su propia música, Dylan dijo: “Si yo hubiera creído que este disco era tan bueno, lo hubiera lanzado hace mu­cho”. Pero las buenas noticias continúan: Columbia ha programado tres hallazgos más, tomados de los archivos de Dylan, y los lanzará en febrero próximo. Se trata de versiones ampliadas de los discos Oh Mercy, The Freewheelin’ Bob Dylan y Blood on the Tracks.
Cuando se presentó en Manchester, Dy­lan estaba en gira entre el lanzamiento de Highway 61 Revisited y Blonde on Blonde y su público estaba dividido en dos. Junto con los oyentes de rock que habían con­vertido a Like a Rolling Stone en un éxito, había fans folk, que hubieran querido que siguiera componiendo canciones de pro­testa. Este público consideraba que su gui­tarra eléctrica y su banda de rock eran re­cursos comerciales y constituían una verdadera traición.


El gusto musical se manifestaba como cisma político y generacional y constituía un indicio de la escisión entre la vieja izquierda, doctrinaria y puritana, que quería agitación y propaganda directas para las masas, y la contracultura, más amorfa y hedonista, que consideraba que pasarla bien era ya una insurrección. Las dos par­tes eran tan entusiastas como ingenuas, y muy pronto el capitalismo las convertiría a ambas en segmentos del mercado.
Dylan era lo suficientemente astuto y obstinado como para permitir que los oyentes fanáticos le impidieran hacer la mejor música de su carrera. Además, en la alquimia del concierto en vivo, la reacción de la multitud intensificaba la música. Tres décadas más tarde, las canciones y el estilo ya no son novedad, pero la música que Dylan hizo entonces permanece vital, sorprendente e indeleble, cargada de la extrañeza del momento y con el hálito atemporal del talento. Dylan confrontó a sus oyentes con una música que era a la vez sólida y rebelde, tan confiable como los blues y tan temeraria como la que podía hacer una banda de renegados insomnes, petulantes y drogados. Cuando la música estalla, su voz es clara e invencible: mor­daz, divertida, seductora, triste, furiosa e inexplicablemente cómplice.
Dylan y su banda de aquel momento, los Hawks, tocaban tanto para el público como para ellos mismos. Conocían a fon­do las canciones, pero una y otra vez en­contraban en ellas agradables sorpresas. Los que insultaban al conjunto se equivo­caban con respecto a la música, como la mayoría probablemente admitiría hoy. La idea de Dylan de la tradición americana era más verdadera que lo que los puristas de la guitarra acústica hubieran impuesto El comprendía que los blues, la música country y gospel usaron siempre los instrumentos que tenían a mano y que 1as canciones que los compiladores llegaron a reverenciar fueron escritas acerca de su propio tiempo y lugar, conectadas con el pasado pero sin pretender vivir en él.
Pero seamos indulgentes con aquellos rigurosos folcloristas resueltos a castigar la herejía de Dylan. ¿Quién va ahora a un concierto pop esperando ser cuestionado o conmocionado por lo que oiga? A pesar de lo obstinados que fueron, los que abuchearon a Dylan tenían pasión por la músia y estaban convencidos de que podían influir en algo. Es bueno que no hayan podido pero por lo menos no fueron pasivos cosumidores de entretenimiento. 
Traducción: Ofelia Castillo


4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Hola, que tal, buenos días, como esta usted, desde ya le agradecemos mucho que visite nuestro blog.
      Nos agrada que haya gente que lo descubra y le guste.
      Si le parece bien, en "amigos que nos siguen".... nos gustaría que se registre como seguidor, si es de su voluntad......
      Muchas gracias y gracias por saludarnos

      El pass es magodelosdiscos

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  2. Hola!, Buenas Noches serian tan amables de indicarme cual es el pass (clave o contraseña) de 0940 - Bob Dylan - 1988 - Bob Dylan Live 1966, The Royal Albert Hall Concert,Muchas gracias por anticipado.

    Abdias Huerta (sanfelipekid@yahoo.com) Mexico

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    1. Hola, que tal, buenos días, como esta usted, desde ya le agradecemos mucho que visite nuestro blog.
      Nos agrada que haya gente que lo descubra y le guste.
      Si le parece bien, en "amigos que nos siguen".... nos gustaría que se registre como seguidor, si es de su voluntad......
      Muchas gracias y gracias por saludarnos

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