5007 - Albert Collins, Robert Cray, Johnny Copeland - 1985 - Showdown!

Cumpleaños 3 De La Batea - 90 Albumes

Un Blues Para Freddy Kruger

Albert Collins: a los 60 años, el creador de “Showdown!”, que ya anduvo un par de veces por estas tierras de Dios la temporada pasada, sigue siendo una cita obligada para los negros espíritus.

Algunos lo consideran físicamente parecido al abominable hombre dé las nieves, varios de sus soberbios temas llevan en su nombre alusiones a lo frío y él mismo se hace llamar el hombre de hielo, pero su estilo es el más caliente del blues moderno.

Vayá paradoja la de Albert Collins (no confundir con Phil, por favor), el negro espíritu de esta semana.

Ha recorrido un largo camino este muchacho de pelo endemoniado (que más de un presidente latinoamericano envidiaría) y de dedos que sacan verdaderos alaridos de su legendaria guitarra Telecáster.

El 1° del mes próximo se cumplirán 61 años desde nació en Leona, Texas, en los Estados Unidos. Se crio en Hoüston con sus padres granjeros y admiró hasta donde pudo a su tío, predicador y guitarrista, aunque siempre quiso estudiar piano, un lujo que su familia no le pudo dar.  .

“Mi primera guitarra fue una caja de cigarros -recordó el mes último para la revista norteamericana Guitar Player- La gente en aquellos tiempos no podíá comprar guitarras. Yo usé un alambre para empacar forraje y ¡mira que estaba duro! No podía hacer nada ' con él, o sea que yo solamente la golpeaba.”

A partir de ese momento, no casualmente, su relación con las cuerda fue similar a la de un fumador con sus cigarros: extremadamente fiel e intensa.

Música, maestro

Con su primera guitarra acústica aprendió a tocar temas de John Lee Hooker. Tenía 18 años. Era la época en la qué aprendió a admirar a ese mitológico blusero; llamado Lightnin’ Hopkins. “Bueno, los Hopkins eran amigos de la familia por parte de mi mamá. Pero desde que conocí a Lightnin’ nunca supe que tuviera, trabajo. Siempre estaba tocando la guitarra...”

Pocos años después se encontró con otro de sus maestras. “Sí, conocí a B.B. King a los 21 años. El tenía parientes viviéndo al otro lado de la calle donde yo tocaba, en Houston. Vino justamente cuándo yo estaba allí. Era cuando estaba sonando su canción Three O’Clock in the Morníng, un gran éxito de entonces. El me dijo: encuentra tü propia identidad; eso te va a ayudar en el mundo.”

Y el mundo pudo escuchar su primer disco simple en 1958, su primer larga duración en 1961 (Dé-Frost) y el segundo, el popularísimo Frosty, en 1962. Nada, desde entonces, detuvo a ese iniciado en una caja de cigarros y alambre para forraje.

Sobre todo desde que en 1968, en pleno auge de los negros espíritus, firmó contrato con el sello discogràfico Imperial Records de California, para el cual grabó Love can be found any where, Trash Talkin y The Complete Albert Collins.

Nueve años más tarde, bajo el sello Alligator Records, de Chicago, lanzó seis discos, en los que se consolidó como el fibroso guitarrista que se sirve de típicos sonidos soul y funk para rediseñar el blues que sus mayores supieron conseguir.

De 1985 es su álbum Showdown!, una gema compartida Con otros dos peso pesados de las cuerdas: Robert Cray y Johriny Copeland. Allí, los tres intercambian el protagonismo de sus guitarras y de sus voces,.y el bueno de Collins hasta le saca lustre a la armónica.

T-Bone Shuffle, Bring your fine self home, Albert’s Alley y Blackjack son temas para conservar en la mesita de luz, ahí muy cerca de uno, negro espíritu a rabiar.

Con Iceman, su último disco, editado en 1988 para el sello Virgin Records, terminó por cautivar a los que aún escuchaban con renuencia los nerviosos malabares de sus falanges.

Collins & friends 

Los negros espíritus argentinos se congelaron y se derritieron de emoción simultáneamente cuando, en mayo y en julio del año último, el hombre de hielo arrasó con cinco funciones en el teatro Gran Rex, acompañado primero por Taj Mahal y luego por John Hammond.

Hoy, después de haber colaborado, entre otros,-en los últimos álbumes de su virtuoso colega Gary Moore (recuperado para el blues) y de B.B. King, el helado Collins se convirtió en la antítesis musical del freezer.

“Tengo dos discos casi terminados, estoy haciendo también material de reedición y grabando material nuevo para mi álbum. Las reediciones son Don’t Loes Your Cool, Frosty, Tired Man. Son bastantes: Alrededor de 19. Algunas de ellas tienen nuevos arreglos por¬que quise regrabarlas igual. B.B. King va a to¬car en una de ellas. También van a colaborar conmigo Elvin Bishop y Eric Clapton, y ya grabó algo Gary Moore. Gary y yo escribimos una canción llamada If Troublé Was Money. Las nuevas canciones tienen un poco de, rhythm & blues y ambos discos los hice con Jim Gaines en Memphis.” v

Es así, no más,, mis queridos negros espíritus. Albert Collins yá dejó atrás la vieja caja de cigarros y el alambre de forraje con que comenzó a tocar (o a golpear). Su Telecáster está que trina.. Y puede ser que se parezca al abominable hombre de las nieves, pero, en tren de elegir monstruos, es más bien una especie de Freddy Krügér de la guitarra: úna pesadilla de seis cuerdas, que siempre, pero siempre, está regresando.

La Nacion
Ricardo Carpeña

01 - Albert Collins, Robert Cray, Johnny Copeland - T-Bone Shuffle

02 - Albert Collins, Robert Cray, Johnny Copeland - The Moon Is Full

03 - Albert Collins, Robert Cray, Johnny Copeland - Lion's Den

04 - Albert Collins, Robert Cray, Johnny Copeland - She's Into Something

05 - Albert Collins, Robert Cray, Johnny Copeland - Bring Your Fine Self Home

06 - Albert Collins, Robert Cray, Johnny Copeland - Black Cat Bone

07 - Albert Collins, Robert Cray, Johnny Copeland - The Dream

08 - Albert Collins, Robert Cray, Johnny Copeland - Albert's Alley

09 - Albert Collins, Robert Cray, Johnny Copeland - Blackjack

https://mega.nz/#!FsIgRKgT!X2qWqYdbABkZe-tnoPssnXo-Vlyi_h9-wc3mbN485yw