8095 - David Byrne - 1989 - Rei Momo

SU ALBUM FEELINGS ES UNA MIRADA RETROSPECTIVA DE SUS 20 AÑOS CON LA MUSICA

David Byrne, repasa su historia

Byrme es uno de los artistas pop más inquietantes. En su nuevo disco, Feelings, retoma ciertas texturas de Talking Heads. En esta nota, unos pocos retazos de su vida explican de algún modo su música.

DAVÍD SEGAL

The Washington Post

Como sucede con la mayoría de los trabajos de David Byrne, la lírica de su nuevo álbum, Feelings, no tiene raíces. Es un leiv motiv que encaja en un hombre que, desde la cuna, estuvo en todas partes. Cuando tenía dos años, sus padres emigraron de Glasgow, Escocia, para vivir primero en Hamilton, Ontario y luego en Baltimore. Byrne pasó parte de su adolescencia en los suburbios de Baltimore.

“A los tres años ya tenía un pequeño tocadiscos”, cuenta su padre, Tom Byrne, un ingeniero electrónico que ahora vive en Columbia. Y con un marcado acento escocés dice también que le compraba un disco por semana. “El tocadiscos era muy barato, pero sonaba bien", agrega. De adolescente, David evitaba los deportes y prefería aprender violín y guitarra, pero lo echaron del coro del colegio porque, según su padre, “no sabía cantar”. A los 14, grabó sus primeros temas en el sótano de la casa con la ayuda de su padre, que le armó un equipo de grabación.

“Podía estirar las frecuencias y mezclar los sonidos”, relata Byme padre. “David lo adoraba.” Al concluir la secundaria, el joven Byme se dirigió primero al Maryland Institute College of Art y luego al Rhode Island School of Design, donde se destacó por sus lecturas dramáticas y por tocar el violín con una vela encendida en el extremo del arco. Pero dejó los estudios después de dos semestres. Fue entonces cuando conoció al batérista Frantz y á su novia Weymouth, que tocaba el bajo.

“Formamos una banda de música bastante ruidosa que tocaba en los lofts de Providence”, cuenta David. Al tiempo, el trío se mudó a Nueva York donde frecuentó la legendaria taberna de la calle Bowery, la CBGB, donde nació el punk estadounidense. Grabaron un simple con el tedadista y guitarrista Jarry Harrison, que se sumó al grupo, e hicieron una gira por Europa con Los Ramones.

En 1976 firmaron un contrato con Sire y al año lanzaron Talking Heads 77, una amalgama pop art que, según Byrne, estaba sumamente influida por KC and the Sunshine Band. Durante 10 años, Talking Heads hizo 10 discos que no guardaron semejanzas entre sí, desde Fear of Music en 1979 al ecléctico Naked de 1988. Pero había muchas diferencias en la banda.

A Frantz, Weymouth y Harrison les molestaba que Byrne pusiera siempre sus canciones y no incorporara los temas de ellos. Por su parte, Byme dice que de a poco fue comprendiendo que trabajar con los mismos músicos era una limitación. “Al principio era como tener un grupo para el que componer”, indica. “Sin embargo, si tratás de hacer algo diferente, te das cuentá de que esos músicos no siempre son los adecuados.”

La ruptura fue en 1991 y terminó en juicio. Byrne intentó, sin éxito, impedir que sus ex compañeros usaran el nombre The Heads. Pero el trío grabó el año pasado un disco, No Talking, Just Head.

Por su parte, Byrne regresó a las fuentes. Y eso se nota en Feelings donde, si  bien tiene, aires de música india, clásica y hip-hop, hay temas que suenan como Talking Heads fin de siglo. El propio Byme lo reconoce. “Mi nuevo trabajo está bastante relacionado con Talking Heads”.  

Espectaculoa – Clarin

Domingo 14 de setiembre de 1997

Traducción: Clarisa Moraña

https://mega.nz/file/YkQ01DIJ#TQqc-TnCzzYZDFvDIFEVeprKTU7rbUJwWq9-dSwuUEU