DISCO DEL MES DE DICIEMBRE
070 - GEORGE HARRISON - THE CONCERT FOR BANGLA DESH 1971
02 - LP 1 LADO A - 002.- Ravi Shankar - Bangla Dhun
03 - LP 1 LADO B - 001.- George Harrison - Wah-Wah
04 - LP 1 LADO B - 002.- George Harrison - My Sweet Lord
05 - LP 1 LADO B - 003.- George Harrison - Awaiting on You All
06 - LP 1 LADO B - 004.- Billy Preston - That's the Way God Planned It
07 - LP 2 LADO A - 001.- Richard Starkey - It Don't Come Easy
08 - LP 2 LADO A - 002.- George Harrison & Leon Russell - Beware of Darkness
09 - LP 2 LADO A - 003.- George Harrison - Band Introduction
10 - LP 2 LADO A - 004.- George Harrison - While My Guitar Gently Weeps
11 - LP 2 LADO B - 001.- Leon Russell - Medley: Jumpin' Jack Flash-Youngblood
12 - LP 2 LADO B - 002.- George Harrison - Here Comes The Sun
13 - LP 3 LADO A - 001.- Bob Dylan - A Hard Rain's Gonna Fall
14 - LP 3 LADO A - 002.- Bob Dylan - It Takes A Lot To Laugh, It Takes A Train To Cry
15 - LP 3 LADO A - 003.- Bob Dylan - Blowin' in the Wind
16 - LP 3 LADO A - 004.- Bob Dylan - Mr. Tambourine Man
17 - LP 3 LADO A - 005.- Bob Dylan - Just Like A Woman
18 - LP 3 LADO B - 001.- George Harrison - Something
19 - LP 3 LADO B - 002.- George Harrison - Bangla Desh
EL DISCO DEL MES.... SON LOS DISCOS DEL MES !!!!
EL ALBUM TRIPLE DE EL CONCIERTO PARA BANGLADESH DE 1971 !!!
LA VUELTA A LOS ESCENARIOS DE BOB DYLAN
DOS BEATLES TOCANDO JUNTOS LUEGO DE LA SEPARACIÓN DEL GRUPO
ARTISTAS QUE INTERVINIERON:
George Harrison – vocals, electric and acoustic guitars, backing vocals
Ravi Shankar – sitar
Bob Dylan – vocals, acoustic guitar, harmonica
Leon Russell – piano, vocals, bass, backing vocals
Ringo Starr – drums, vocals, tambourine
Billy Preston – organ, vocals
Eric Clapton – electric guitar
Ali Akbar Khan – sarod
Alla Rakha – tabla
Kamala Chakravarty – tambura
BANDA DE APOYO:
Jesse Ed Davis – electric guitar
Klaus Voormann – bass
Jim Keltner – drums
Pete Ham – acoustic guitar
Tom Evans – 12-string acoustic guitar
Joey Molland – acoustic guitar
Mike Gibbins – tambourine, maracas
Don Preston – electric guitar, vocals ("Jumpin' Jack Flash"/"Young Blood" only)
Carl Radle – bass ("Jumpin' Jack Flash"/"Young Blood" only)
EN EL AÑO 2005, se REMASTERIZO, en 2 CD's y 1 DVD, esta edicion TRAIA 2 BONUS TRACKS, que no hemos incluido en este PLAYLIST, ya que tomamos el listado de la EDICION ORIGINAL SIN BONUS.....
The Concert For Bangla Desh
George Harrison & Artistas Invitados
Lista de canciones
Ravi Shankar: Bangla Dhun / George Harrison: Wah-Wah / George Harrison: My Sweet Lord / George Harrison: Awaiting On You AI1 / Billy Preston: That's The Way God Planned It / Ringo Starr: It Don't Come Easy / George Harrison y León Russell: Beware of Darkness / George Harrison: While My Cuitar Gently Weeps / Medley: León Russell: Jumpin'Jack Flash León Russell y Don Preston: Young Blood / George Harrison: Here Comes the Sun / Bob Dylan: A Hard Rain's A-Gonna Fall / Bob Dylan: It Takes A Lot To Rough, It Takes A Train To Cry / Bob Dylan: Blowin' In The Wind / Bob Dylan: Mr. Tambourine Man / Bob Dylan: Just Like a Woman / George Harrison: Something / George Harrison: Bangla Desh
Publicación Estados Unidos: diciembre de 1971
Publicación: Reino Unido: enero de 1972
Productores
Phil Spector, & George Harrison
«Si sólo compran un álbum en 1972, por el amor de Dios, que sea éste.» Así habló Richard Williams en la publicación semanal británica Melody Maker en enero de 1972. Se refería a la grabación en directo de los dos conciertos en el Madison Square Carden de Nueva York del 1 de agosto de 1971, un acontecimiento en el que algunas de las mayores estrellas del rock se congregaron para tocar gratis y recau¬dar fondos para los refugiados bengalís y para llamar la atención sobre su situación en un país que ya les había dejado sin hogar debido a la guerra civil y que ahora había sido devastado por varias inundaciones. Se preveía una gran hambruna.
El concierto fue idea de George Harrison, quien hacía unos meses que había abando¬nado a los Beatles cuando se le ocurrió la idea. No hay que olvidar que en aquel mo¬mento era posiblemente el antiguo componente del fabuloso cuarteto que disfrutaba de mayor éxito. «My Sweet Lord» había llegado al número uno y su All Things Must Pass, aunque excesivamente publicitado, había entregado a los seguidores de los Beatles el tipo de rock elegante y de calidad que habían echado en falta, sorprendentemente, en los primeros álbumes de John y de Paul posteriores a los Beatles. Con sólo veintiocho años, Harrison parecía haber encontrado finalmente su propia personalidad. Aunque la promesa artística no quedó completamente cumplida al final, gracias a este proyecto, y a partir de entonces, inspiraría siempre respeto, al conseguir que el rock hiciera algo que nadie había imaginado antes que fuera capaz de hacer: salvar vidas. The Concert For Bangla Desh no fue influyente debido a la música que contenía, sino porque inició una bella tradición que todavía perdura en la música de nuestros días: el concierto benéfico. Es el ejemplo que proporciona su idea lo que impulsó muchos otros acontecimientos si¬milares, incluido el que posiblemente sea el más famoso concierto de todos los tiempos, el Live Aid de 1985, organizado por su colega musical Bob Geldof.
Harrison fue alertado por primera vez sobre las penurias de los bengalís por su amigo Ravi Shankar, el intérprete de sitar. «Era el único modo de ayudar que George tenía», explicó Olivia, la viuda de Harrison, en 2005. Esta también señaló que Harri¬son no estaba del todo seguro sobre el resultado del evento: «La comunidad musical nunca antes había emprendido una iniciativa de este tipo». Aunque la idea de actuar gratis no era exactamente patentable (al fin y al cabo, hacía la tira que la gente se desgañitaba cantando delante de un micro en manifestaciones políticas y eventos simila¬res), ésta era una aventura de una escala sin precedentes. Quizás se dio el caso de que, para que tuviera el éxito que tuvo, Harrison era el único hombre adecuado para el tra¬bajo. Es fácilmente risible el contraste entre los ideales de Harrison y su personalidad (nunca alguien tan iluminado pudo ser tan gruñón), pero el hecho es que, siendo como era el antiguo componente de los Beatles más cercano a las superestrellas Bob Dylan y Eric Clapton, sólo él estaba en la posición de ingeniar el golpe de efecto que convenció a ambos para que subieran al escenario. •
Aunque la mayor parte de aquellos que actuaron eran leyendas vivas, la música que interpretaron era en realidad algo de poca importancia, por bien que tocaran. Ravi Shankar inauguró la ceremonia con música hindú que resultó de escaso interés para la mayoría de los asistentes. Harrison, Starr, Clapton, Billy Preston y Bob Dylan inter¬pretaron en general sus canciones más típicas.
Sin embargo, el impacto emocional que causó entre los asistentes la aparición de Bob Dylan fue enorme. Dylan era por entonces un recluso de acuerdo a los estánda¬res del negocio musical, y se negaba a ir de gira mientras entregaba unos álbumes cu¬yas preocupaciones domésticas señalaban un apartarse de su implícita imagen alterna¬tiva y poco convencional. La gigantesca lluvia de cariño con que se recibió su aparición sorpresa es claramente audible en el álbum. El público no estaba feliz al ver a Dylan sólo porque no había dado giras desde 1966: La mayor parte del mismo de¬bió pensar que su decisión de actuar en este evento en particular significaba que a lo mejor recuperarían el Dylan de «protesta». Menos audible pero igualmente real esa noche fue la esperanza que dio a la audiencia el ver a dos componentes de los Beatles juntos en el mismo concierto: esto sucedía en 1971, sólo unos pocos meses después de que los Beatles hubieran hecho lo impensable y hubieran disuelto su sociedad, la cual había tenido un éxito sin precedentes, y la gente todavía no podía creerse que aquel lazo pudiera romperse. (De hecho, Harrison también propuso a McCartney y a Len¬non que participaran.
El primero, todavía enfadado por la disolución, se negó, mien¬tras Lennon no subió al escenario después de una discusión con su mujer, Yoko, sobre la negativa de Harrison a incluirla en el cartel.)
La grabación del concierto (un triple vinilo alojado en una suntuosa caja con una fotografía de un hambriento niño en la portada, un chantaje emocional del que Bob Geldof se habría enorgullecido) debía haberse publicado a las pocas semanas del acontecimiento. Sin embargo, debido a disputas con la compañía discográfica sobre gastos de distribución, no llegó a las tiendas hasta las navidades de 1971. El crítico Robert Christgau, dijo sarcásticamente: «Si envían un cheque por correo a la United Nations Children's Fund for Relief to Refugee Children of Bangla Desh, evitarán los intermediarios». Christgau y aquellos que imaginan que las estrellas del rock siempre están dispuestas a apoyar una buena causa deberían tener presente que, en el festival de la isla de Wight de 1970, un asistente al concierto que consiguió colarse en el backstage procedió a intentar conseguir donativos de la élite del rock para pagar la fianza de unos miembros de la audiencia que habían sido arrestados y quedó sorpren¬dido por la orgullosa actitud con la que lo trataron sus héroes. Sólo un amistoso Jim Morrison estaba dispuesto a rascarse el bolsillo. En 1971, los músicos que habían lle¬gado a la fama durante los sesenta vivían completamente aislados. Sus mansiones y su riqueza los distanciaban de sus seguidores. Aunque nadie iba a vivir en un gueto para Harrison (y tampoco el mismo George), éste se aseguró, con su trabajo, de que las es¬trellas del rock nunca volverían a estar tan distantes de la realidad.
Que quede constancia de que el concierto benéfico y el merchandising asociado al mismo, incluido este álbum, recaudaron aproximadamente 15 millones de dólares.
EL ALBUM TRIPLE DE EL CONCIERTO PARA BANGLADESH DE 1971 !!!
LA VUELTA A LOS ESCENARIOS DE BOB DYLAN
DOS BEATLES TOCANDO JUNTOS LUEGO DE LA SEPARACIÓN DEL GRUPO
ARTISTAS QUE INTERVINIERON:
George Harrison – vocals, electric and acoustic guitars, backing vocals
Ravi Shankar – sitar
Bob Dylan – vocals, acoustic guitar, harmonica
Leon Russell – piano, vocals, bass, backing vocals
Ringo Starr – drums, vocals, tambourine
Billy Preston – organ, vocals
Eric Clapton – electric guitar
Ali Akbar Khan – sarod
Alla Rakha – tabla
Kamala Chakravarty – tambura
BANDA DE APOYO:
Jesse Ed Davis – electric guitar
Klaus Voormann – bass
Jim Keltner – drums
Pete Ham – acoustic guitar
Tom Evans – 12-string acoustic guitar
Joey Molland – acoustic guitar
Mike Gibbins – tambourine, maracas
Don Preston – electric guitar, vocals ("Jumpin' Jack Flash"/"Young Blood" only)
Carl Radle – bass ("Jumpin' Jack Flash"/"Young Blood" only)
EN EL AÑO 2005, se REMASTERIZO, en 2 CD's y 1 DVD, esta edicion TRAIA 2 BONUS TRACKS, que no hemos incluido en este PLAYLIST, ya que tomamos el listado de la EDICION ORIGINAL SIN BONUS.....
The Concert For Bangla Desh
George Harrison & Artistas Invitados
Lista de canciones
Ravi Shankar: Bangla Dhun / George Harrison: Wah-Wah / George Harrison: My Sweet Lord / George Harrison: Awaiting On You AI1 / Billy Preston: That's The Way God Planned It / Ringo Starr: It Don't Come Easy / George Harrison y León Russell: Beware of Darkness / George Harrison: While My Cuitar Gently Weeps / Medley: León Russell: Jumpin'Jack Flash León Russell y Don Preston: Young Blood / George Harrison: Here Comes the Sun / Bob Dylan: A Hard Rain's A-Gonna Fall / Bob Dylan: It Takes A Lot To Rough, It Takes A Train To Cry / Bob Dylan: Blowin' In The Wind / Bob Dylan: Mr. Tambourine Man / Bob Dylan: Just Like a Woman / George Harrison: Something / George Harrison: Bangla Desh
Publicación Estados Unidos: diciembre de 1971
Publicación: Reino Unido: enero de 1972
Productores
Phil Spector, & George Harrison
«Si sólo compran un álbum en 1972, por el amor de Dios, que sea éste.» Así habló Richard Williams en la publicación semanal británica Melody Maker en enero de 1972. Se refería a la grabación en directo de los dos conciertos en el Madison Square Carden de Nueva York del 1 de agosto de 1971, un acontecimiento en el que algunas de las mayores estrellas del rock se congregaron para tocar gratis y recau¬dar fondos para los refugiados bengalís y para llamar la atención sobre su situación en un país que ya les había dejado sin hogar debido a la guerra civil y que ahora había sido devastado por varias inundaciones. Se preveía una gran hambruna.
El concierto fue idea de George Harrison, quien hacía unos meses que había abando¬nado a los Beatles cuando se le ocurrió la idea. No hay que olvidar que en aquel mo¬mento era posiblemente el antiguo componente del fabuloso cuarteto que disfrutaba de mayor éxito. «My Sweet Lord» había llegado al número uno y su All Things Must Pass, aunque excesivamente publicitado, había entregado a los seguidores de los Beatles el tipo de rock elegante y de calidad que habían echado en falta, sorprendentemente, en los primeros álbumes de John y de Paul posteriores a los Beatles. Con sólo veintiocho años, Harrison parecía haber encontrado finalmente su propia personalidad. Aunque la promesa artística no quedó completamente cumplida al final, gracias a este proyecto, y a partir de entonces, inspiraría siempre respeto, al conseguir que el rock hiciera algo que nadie había imaginado antes que fuera capaz de hacer: salvar vidas. The Concert For Bangla Desh no fue influyente debido a la música que contenía, sino porque inició una bella tradición que todavía perdura en la música de nuestros días: el concierto benéfico. Es el ejemplo que proporciona su idea lo que impulsó muchos otros acontecimientos si¬milares, incluido el que posiblemente sea el más famoso concierto de todos los tiempos, el Live Aid de 1985, organizado por su colega musical Bob Geldof.
Harrison fue alertado por primera vez sobre las penurias de los bengalís por su amigo Ravi Shankar, el intérprete de sitar. «Era el único modo de ayudar que George tenía», explicó Olivia, la viuda de Harrison, en 2005. Esta también señaló que Harri¬son no estaba del todo seguro sobre el resultado del evento: «La comunidad musical nunca antes había emprendido una iniciativa de este tipo». Aunque la idea de actuar gratis no era exactamente patentable (al fin y al cabo, hacía la tira que la gente se desgañitaba cantando delante de un micro en manifestaciones políticas y eventos simila¬res), ésta era una aventura de una escala sin precedentes. Quizás se dio el caso de que, para que tuviera el éxito que tuvo, Harrison era el único hombre adecuado para el tra¬bajo. Es fácilmente risible el contraste entre los ideales de Harrison y su personalidad (nunca alguien tan iluminado pudo ser tan gruñón), pero el hecho es que, siendo como era el antiguo componente de los Beatles más cercano a las superestrellas Bob Dylan y Eric Clapton, sólo él estaba en la posición de ingeniar el golpe de efecto que convenció a ambos para que subieran al escenario. •
Aunque la mayor parte de aquellos que actuaron eran leyendas vivas, la música que interpretaron era en realidad algo de poca importancia, por bien que tocaran. Ravi Shankar inauguró la ceremonia con música hindú que resultó de escaso interés para la mayoría de los asistentes. Harrison, Starr, Clapton, Billy Preston y Bob Dylan inter¬pretaron en general sus canciones más típicas.
Sin embargo, el impacto emocional que causó entre los asistentes la aparición de Bob Dylan fue enorme. Dylan era por entonces un recluso de acuerdo a los estánda¬res del negocio musical, y se negaba a ir de gira mientras entregaba unos álbumes cu¬yas preocupaciones domésticas señalaban un apartarse de su implícita imagen alterna¬tiva y poco convencional. La gigantesca lluvia de cariño con que se recibió su aparición sorpresa es claramente audible en el álbum. El público no estaba feliz al ver a Dylan sólo porque no había dado giras desde 1966: La mayor parte del mismo de¬bió pensar que su decisión de actuar en este evento en particular significaba que a lo mejor recuperarían el Dylan de «protesta». Menos audible pero igualmente real esa noche fue la esperanza que dio a la audiencia el ver a dos componentes de los Beatles juntos en el mismo concierto: esto sucedía en 1971, sólo unos pocos meses después de que los Beatles hubieran hecho lo impensable y hubieran disuelto su sociedad, la cual había tenido un éxito sin precedentes, y la gente todavía no podía creerse que aquel lazo pudiera romperse. (De hecho, Harrison también propuso a McCartney y a Len¬non que participaran.
El primero, todavía enfadado por la disolución, se negó, mien¬tras Lennon no subió al escenario después de una discusión con su mujer, Yoko, sobre la negativa de Harrison a incluirla en el cartel.)
La grabación del concierto (un triple vinilo alojado en una suntuosa caja con una fotografía de un hambriento niño en la portada, un chantaje emocional del que Bob Geldof se habría enorgullecido) debía haberse publicado a las pocas semanas del acontecimiento. Sin embargo, debido a disputas con la compañía discográfica sobre gastos de distribución, no llegó a las tiendas hasta las navidades de 1971. El crítico Robert Christgau, dijo sarcásticamente: «Si envían un cheque por correo a la United Nations Children's Fund for Relief to Refugee Children of Bangla Desh, evitarán los intermediarios». Christgau y aquellos que imaginan que las estrellas del rock siempre están dispuestas a apoyar una buena causa deberían tener presente que, en el festival de la isla de Wight de 1970, un asistente al concierto que consiguió colarse en el backstage procedió a intentar conseguir donativos de la élite del rock para pagar la fianza de unos miembros de la audiencia que habían sido arrestados y quedó sorpren¬dido por la orgullosa actitud con la que lo trataron sus héroes. Sólo un amistoso Jim Morrison estaba dispuesto a rascarse el bolsillo. En 1971, los músicos que habían lle¬gado a la fama durante los sesenta vivían completamente aislados. Sus mansiones y su riqueza los distanciaban de sus seguidores. Aunque nadie iba a vivir en un gueto para Harrison (y tampoco el mismo George), éste se aseguró, con su trabajo, de que las es¬trellas del rock nunca volverían a estar tan distantes de la realidad.
Que quede constancia de que el concierto benéfico y el merchandising asociado al mismo, incluido este álbum, recaudaron aproximadamente 15 millones de dólares.
Maravillosa música
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