LIVE AT THE STAR CLUB es el eslabón perdido en la historia de los Beatles en el momento justo. Sus actuaciones filmadas durante la noche del 31 de diciembre de 1962 los muestran dando el salto de ser la mejor banda de club de Liverpool a convertirse en el grupo de rock más famoso del mundo.
Salvo por el hecho de que eran presentaciones fijas en el Star‑Club, estas fueron las últimas actuaciones en vivo que los Beatles ofrecieron antes de que su historia quedara definitivamente sellada. El Star‑Club fue capturado en estas cintas por Ted “Kingsize” Taylor, el promotor que los contrató para tocar allí. Abierto en 1962, el club los había contratado para una residencia de siete semanas. “Love Me Do”, que había logrado entrar en las listas gracias a la ayuda del DJ local de Liverpool Alan Brown, se lanzó el 5 de octubre de 1962. El sencillo siguiente, “Please Please Me”, estaba programado para salir el 12 de enero, y esta residencia en el Star‑Club los colocó en una posición ideal para el siguiente gran paso en Inglaterra y en el resto del mundo.
Estas grabaciones en vivo no son “oficiales”. Las canciones suenan más fuertes, más ásperas y más crudas que sus versiones de estudio, e incluyen una amplia gama de material que rara vez apareció en los discos de los Beatles. Hay versiones de Arthur Alexander, Chuck Berry, Little Richard, Carl Perkins (interpretado al estilo de Eddie Cochran) y una interpretación feroz de “Roll Over Beethoven” a cargo de Paul McCartney. También están representados el rock & roll y el R&B clásicos, con la mejor selección de versiones jamás grabadas por el grupo en una sola actuación en vivo. LIVE AT THE STAR CLUB reúne todas las pistas que sobrevivieron de las cintas finales de Hamburgo.
El repertorio de los Beatles en estas actuaciones fue un reflejo directo del duro trabajo y del rápido desarrollo del grupo durante sus años en Hamburgo, donde, como la mayoría de las bandas del Star‑Club, sacudieron la escena alemana del rock & roll con versiones vertiginosas del mismo material. El sonido se caracteriza por la energía pura y la rudeza, con Little Richard, “Ain’t She Sweet” interpretada por ellos mismos y el poderoso rock & roll de los Beatles como banda en vivo. Para 1963, “Falling in Love Again” probablemente ya estaba quedando anticuada, al igual que las partes de piano de “Roll Over Beethoven” o “Long Tall Sally”. El rock & roll estaba cambiando y estos números estaban a punto de quedar obsoletos, pero constituyen un excelente retrato de lo que el grupo podía ofrecer antes de grabar su primer álbum. “Please Please Me” (que llegó al número dos) se lanzó en el Reino Unido en 1963, y los Beatles nunca volvieron a tocar de esta manera. Su repertorio cambió considerablemente a medida que el grupo se volvió más sofisticado y comenzó a orientarse hacia composiciones más elaboradas. El sonido del Star‑Club es lo más cercano a una imagen fiel de los Beatles tocando en vivo antes de que su arte madurara por completo.
Durante casi cuarenta años, estas cintas permanecieron como un documento histórico. D. C. Cooper filmó el concierto, y una grabadora portátil de una sola velocidad capturó la actuación completa. En los Estados Unidos circularon más de treinta ediciones de prueba con calidades variables. Esto puede parecer una tarea imposible, pero las Star‑Club Tapes finalmente fueron reconstruidas con resultados sorprendentes, bajo circunstancias similares a las del concierto original. Las cintas originales fueron grabadas por Adrian Barber, del estudio Polydor de Hamburgo, utilizando un solo micrófono mono colocado cerca del escenario.
Este sonido puede parecer limitado, pero transmite con claridad la intensidad del momento. George Martin, durante los primeros años de la banda, sostuvo que si los Beatles no hubieran tenido la oportunidad de tocar durante horas, noche tras noche, nunca se habrían convertido en el grupo que fueron. Estas grabaciones confirman esa idea: aquí se escucha a una banda joven tocando con una energía inagotable.
George Harrison, aunque todavía muy joven, ya mostraba una notable precisión en su forma de tocar la guitarra. Paul McCartney cantaba con una potencia y una energía extraordinarias, y John Lennon era el centro rebelde del grupo, con una voz áspera y apasionada. Pete Best, en la batería, sostenía el ritmo con un estilo directo y potente, muy distinto del enfoque más refinado que llegaría más tarde con Ringo Starr.
Los Beatles, especialmente George Harrison, habían comenzado a desarrollar un sonido propio en Hamburgo. Canciones como “Everybody’s Trying to Be My Baby” y “Matchbox” muestran a un grupo que ya domina el lenguaje del rock & roll. En 1961, cuando Pete Best todavía estaba en la banda, Lennon tomó algunas canciones directamente del repertorio de Arthur Alexander y de otros artistas estadounidenses populares de la época.
Las interpretaciones son largas, intensas y a veces caóticas. Las condiciones eran duras: noches interminables, equipos rudimentarios y un público exigente. Aun así, la banda respondía con actuaciones cargadas de energía. El bajo de McCartney es potente y constante, la batería de Best es sólida y la guitarra de Harrison corta con precisión.
“Long Tall Sally” es uno de los puntos más altos del álbum, interpretada con una ferocidad que rara vez se volvió a escuchar en grabaciones posteriores. Incluso en estas condiciones casi espartanas, algunas de las actuaciones son verdaderamente asombrosas. Es fácil entender por qué el grupo desarrolló tanta resistencia y confianza durante este período.
La versión de “Twist and Shout”, grabada aquí, muestra una intensidad casi primitiva. La voz de Lennon suena cruda y desgarrada, tal vez no tan pulida como en versiones posteriores, pero absolutamente honesta y efectiva. Es, en muchos sentidos, la interpretación más auténtica de la canción.
Los Beatles también tenían una inclinación por versiones poco habituales, abordando canciones que otras bandas pasaban por alto. “Hully Gully”, “Besame Mucho” y “Ain’t Nothin’ Shakin’” aparecen junto a clásicos del rock & roll. La inclusión de estas canciones demuestra la amplitud de influencias del grupo y su disposición a experimentar.
Antes de la Beatlemanía, antes de Abbey Road y antes de la sofisticación del estudio, aquí están los Beatles tal como eran: ruidosos, salvajes, ambiciosos y absolutamente imparables. LIVE AT THE STAR CLUB captura un momento irrepetible, cuando una gran banda estaba a punto de cambiar la historia de la música popular.
Texto de Bruce Eder.




No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¿Le ha gustado este álbum? - Díganos su mail, comparta con nosotros un álbum (que no tenemos) con las caratulas y con gusto le enviaremos la contraseña. Aviso: Todos los álbumes estan subidos en mp3 128. si lo que busca es otra cosa, en este blog no lo va a encontrar. Muchas Gracias.
NO RESPONDEMOS COMENTARIOS DE IDENTIDAD DESCONOCIDA