domingo, 9 de febrero de 2025

1162 - Duo Salteño - 1986 - Madurando Sueños

Cumpleaños 13 De La Batea - 40 Albumes

(2012-2025)

LADO A - 1.- Dúo Salteño - La Que Se Queda (2:44)
LADO A - 2.- Dúo Salteño - La Rosa Es Un Milagro (3:44)
LADO A - 3.- Dúo Salteño - Pedro Islero (2:42)
LADO A - 4.- Dúo Salteño - Cartas De Amor Que Se Queman (4:03)
LADO A - 5.- Dúo Salteño - Maíz De Viracocha (5:18)
LADO A - 6.- Duo Salteño - Fogata del aparecido (2:29)

LADO B - 1.- Dúo Salteño - El Tren De La Alemania (3:09)
LADO B - 2.- Duo Salteño - Madurando sueños (2:34)
LADO B - 3.- Dúo Salteño - Sin Ella Vienen Los Días (3:34)
LADO B - 4.- Dúo Salteño - Chaya De La Albahaca (2:42)
LADO B - 5.- Duo Salteño - La de abajo (3:56)
LADO B - 6.- Duo Salteño - Coplera de las cocinas (3:30)

Los Sonidos De La Mano Izquierda

La historia del Dúo Salteño y el Cuchi Leguizanión se concentra en la imagen fulgurante de las manos del pianista -la derecha para la melodía y la izrpiierda para la puntuación- en un desfiladero de Salta que da al mundo.

- ¿Cómo se formó el Dúo Salteño?
- Yo jugaba al fútbol y me llevaron a Lanús y a San Lorenzo, muy fugazmente. Patricio [Jiménez] andaba en conjuntos y con uno de ellos había ido a actuar a Buenos Aires. Una noche nos conocimos en la casa de un amigo. Después nos empezamos a juntar en un subsuelo de la calle Córdoba. Me parece que allí también cantaba Mercedes [Sosa] que todavía no era muy conocida.
Por esas casualidades que se dan, vamos a Salta y nos invitan a un asado. Ahí estaban Manuel Castilla y el Cuchi. Los pocos temas que teníamos -sin saber, porque'en esa época no se preguntaba quiénes eran los autores, uno cantaba- eran del Cuchi. Entonces surgió la ¡dea de hacer el dúo. Y así empezamos, al otro día nomás, porque le gustó mucho lo que estábamos haciendo.
- ¿Cómo fue esa primera etapa?
- Trabajábamos bastante, con mucho optimismo y ganas. El Cuchi sabía que su música, por su trabajo armónico, iba a resultar difícil. No se pregonaban ni el dinero ni el éxito. Sin embargo sentíamos que era un trabajo muy lindo, muy bien elaborado. La personalidad del Cuchi prácticamente'sobrepasaba a cualquier persona que haya compartido con él la música; porque su música ha sido siempre un camino claro. No tenía baches. Esa alegría fue la que después nos sirvió para aguantar todo ese olvido, toda esa falta de apoyo que tuvimos.
- ¿A qué se debió la falta de apoyo?
- No era comercial, no se vendía. Nosotros siempre hemos tenido muy buena respuesta en grupos minoritarios, no mayoritarios.
- ¿Tenían más repercusión en Buenos Aires que en Salta? ¿Por qué?
- Sí, en Buenos Aires se acentuó un poco más. En Salta hay otras prioridades, había otro tipo de folclore que se venía gestando. Estaba un poco la zamba carpera, muy linda, por supuesto... todos esos trabajos que se hicieron, que perduraron mucho también. Y el trabajo nuestro se salía de eso, no era, digamos, la zamba cueca, que se baila, que tiene eso que acá se le llama "fuerza", que es cantar hacia afuera, con ganas, con toda la cosa bien del campo, ¿no? Lo nuestro era otro trabajo, mi forma de cantar era distinta, llevaba esa melodía por otro lado, sin que perdiera el paisaje. La novedad que llevábamos, con la dirección del Cuchi, era el contrapunto. A la gente del jazz se le hace más fácil. Lo he visto en chicos que han venido acá y tocan basados un poco en el blues o en ese tipo de acompañamiento jazzístico y entran perfectamente a la melodía del Cuchi. Así y todo, esa melodía pinta este paisaje que es Salta.
- Este corrimiento, ¿trajo consecuencias políticas dentro del ámbito del folclore y la música popular?
- En esa época tuve la suerte de conocer mucha gente en Buenos Aires. En un recital en Buenos Aires apareció Armando Tejada Gómez, el poeta mendocino, y nos hicimos muy amigos. El día que nos conocimos nos hizo un puchero en su casa y yo le propuse hacer "El canto popular de las comidas". A mí me interesaba que el Cuchi trabajara con otra gente; en este caso, Armando venía justo. Se conocieron por teléfono y el primer tema -"Zamba del imaginero"- se hizo así, telefónicamente. Después la cantamos con el Cuchi en el Luna Park, en un evento de música latinoamericana. Piazzolla también estaba la noche de la final con Amelita Baltar, cantando "Balada para un loco", que salió segunda porque le ganó "El último tren". Nosotros habíamos tocado "El imaginero" y creo que salimos terceros. Ganó una zamba que era "Miguita de pan". No sé ni el autor, no me acuerdo bien. Era lindo porque allá había un pequeño apoyo a Piazzolla y a nosotros.
- Se encontraron con Piazzolla, que tardó en ser aceptado comotanguero.
- (Se ríe) Eso fue histórico, sí. Eran las dos salidas. El Cuchi fue para nosotros un poco la esperanza de estar en un camino importante, de poder aportar.
- ¿Qué es lo que dejaron el Dúo Salteñoy la música del Cuchi para el folclore, para la música de Salta?
- Recién ahora en Salta se está tocando... se tomó al Cuchi como parte de la historia. En aquellos momentos había problemas con Cultura, que no nos contrataba. El solo hecho de haber estado ligados a Armando Tejada Gómez, que tenía otra historia, otra perspectiva política, acentuó la persecución. En realidad, después estuvimos prohibidos. Yo seguí en Buenos Aires cuando no podíamos actuar, Patricio se vino para acá (a Salta] y el Cuchi siempre estaba en Salta. Yo estuve un tiempo con Armando -ya no teníamos teatro- haciendo "El canto popular de las comidas". Asumíamos esa bronca que teníamos contra todo esto, todo lo que estaba pasando: gente que desaparecía, gente amiga, gente ¡nocente, gente combativa.
- El Cuchitenla un perfil bajo, no le interesó pelear otro lugar...
- Sí, yo creo que no lo peleó. Exactamente. Nosotros en realidad tratamos de que él peleara, lo hicimos grabar algunas cosas. Es lo poco que se pudo hacer. Pero en realidad nunca le interesó, ni mucho menos, porque lo sentía así. Pero no todo ha sido negativo. Es una lástima que no haya grabado cuando estaba en su plenitud, porque cantaba hermoso, tenía una voz muy linda. Otros autores han dejado un trabajo grabado de su historia. Hubiese sido una maravilla. A lo mejor pensando que el tiempo no se iba, ¿no?
- ¿El Cuchi sacó al folclore de lo regional hacia una expresión más universal?
- Yo creo que el Cuchi es muy tradicional. Sus zambas son tradicionales.
- ¿Qué se entiende ahí por tradición?
- Estar ligado a nuestra música popular. Por algo tiene ese color, ese paisaje. Nace de ahí.
- Y entonces, ¿qué es lo que les impidió a sus contemporáneos escucharlo?
- La armonía de la mano izquierda, ahí se les hizo el lío a todos. Vos agarrás una zamba bien hecha -en línea melódica, ¿no?-, le ponés la izquierda del Cuchi y se hace lío.
- ¿Qué traía esa mano izquierda?
- La sabiduría del conocimiento universal que él había conjugado; porque eso no nace de por sí, sino que nace de haber escuchado a Schóenberg, a Satie; me imagino que estaría escuchando permanentemente. Y eso llegó por la mano izquierda. El Cuchi el duende lo tiene ahí. Todo se trata de conocimiento. Él conocía la armonía general universal y la trasladó muy bien a este pedacito que se llamó zamba. Yo no soy un musicólogo, tuve una vida muy distinta a la del Cuchi, pero tratábamos de aportar, de ampliar un poco más la musica a traves de el y de nuestras voces.

Escribe Guadalupe Salomón
Para la Revista Pugliese
De la Direccion de Musica de la
Ciudad autnoma De Buenos Aires
dependiente de la Secretaria de Cultura
Noviembre de 2000- Año 1- Revista 9

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