viernes, 5 de septiembre de 2014

4045 - Fontova y sus sobrinos - 1985 - Fontova y sus sobrinos

Seccion Libros - LIBRO 045

Gloria Guerrero - La Historia Del Palo

Álbum que acompaña este posteo:
Fontova y Sus Sobrinos - 1985 - Fontova y Sus Sobrinos 


"Gloria Guerrero: La Historia Del Palo"
Diario Del Rock Argentino 1981-1994
 
Autor: Gloria guerrero
Editorial: Ediciones De La Urraca
Primera Edición: Ciudad Autónoma De Buenos Aires 1994
Diseño de Caratulas: Andres Cascioli 



EL REVERENDO FONTOVA

Fontova: “Ahora a lodos les late el bombo legüero en el estómago..."

El disco de Fontova y sus sobrinos que acaba de salir, no me dirás que es un modelo de coherencia. Entre los “Hermanos Pinzones” que eran “unos mari...neros” y la “Zamba del miedo”, hay 180°.

Son los dos extremos, sí, que se me juntaban, y los mandé pa’fuera. Tal vez es un estilo polarizado, pero lo cierto es que conviven las dos cosas: la payasada y lo muy serio. La hilación es que ambas salen de mí... Espero que haya un equilibrio, que en algún momento saldrá. Lo que pasa es que, personalmente, tampoco soy de medias tintas: o grandes depresiones o alegrías totales.

¿Qué es lo que más te saca de adentro una zamba como la del miedo?

La historia de la humanidad, para empezar. Lo que peor me pone de nosotros (y no es una crítica radiolandiesca) es la falta de identidad, por lo menos en lo musical. Si hay algo que me jode (sobre todo en lo “ciudadano”) es que luego del tango no hubo nada realmente nuestro. Y te hablo de lo ciudadano porque más allá de la General Paz siempre existió el folklore... Pero lamentablemente, ahora a todos les late el bombo legiiero en el estómago (risas). Es la época. Yo estoy a salvo del snobismo porque ya en el ’77 hacía folklore en Venezuela. Y hurgueteando, creo que hasta que cada uno no haga lo que se le canta... no vamos a poder encontrar una identidad.

¿Cualquier cosa que se le cante? Copiar no; por supuesto...

¡Los cubanos hacen la Nueva Trova Cubana y acá aparece la Nueva Canción Argentina! Y así todo; es todo “moda”. Lo más terrible es que aquí tenemos las condiciones como para poder hacer cualquier cosa. Y hay mucho cojón y mucho talento. Pero hay también mucho miedo, y creo que ésa es la enfermedad. Y no sólo del mundo sino, por sobre todo, nuestra.

Usted no estará insinuando, Fontova, que el rock argentino es extranjerizante...

No, porque yo no excluyo el rock como una identidad posible. Nos podemos identificar con cualquier cosa, pero mientras sea a través de nosotros mismos. Lo mío siempre fue “salsa criolla” (y aprovecho el medio para decir que Enrique Pinti me afanó el mote para su espectáculo). Por ejemplo, me dan mucha envidia los “bra- sucas” (N. de la R.: brasileños), gente que incorpora todo lo de afuera pero con su propio tinte. Gismonti, Caetano, Chico... Hay rock, hay “mongo” o lo que quieras, pero sale de ahí, del Brasil. Nosotros somos más bien “cachadores” de algo y tratamos de hacerlo tal cual lo hace la fuente.

Entre las cosas que vos tomaste y luego “tradujiste”, hay infinidad de ritmos centroamericanos. ¿Cómo se llaman?

No tengo la menor idea de qué motes tienen. Son de Venezuela, de Colombia y de toda la zona caribeña.

¿Por qué los elegiste para acompañar tus zambas y tus chacareras?

Cuando yo era chico estaba súper de moda toda la cuestión de salsas y cumbias. El tema de los “Hermanos Pinzones” yo lo escuchaba por la radio cuando tenía seis años.

Por aquello de las influencias radiales, los adolescentes de hoy en día no tienen acceso de folklore de buen nivel. ¿Cómo hace para enganchar una chacarera quien no la siente ni a palos?

No la engancha porque nada se la hace enganchar. A mí me gustaría mucho escuchar por radio a Jacinto Piedra, a Peteco, a Jorge Cumbo, al trío de Lito Vítale, Cumbo y Lucho González (para mí son ídolos...). Eso es algo sumamente representativo nuestro y de ningún modo “aburrido”; tienen toda la polenta y una gran inteligencia musical. Pero el mal, como se dice ahora, es la informática. Estamos sujetos a lo que a no sé quién se le ocurre mandar. Y existe además ese prejuicio de “lo grasa” (no sé qué corno nos creemos), como si el folklore fuera grasa. Es cierto que el folklore no es algo “culturoso”; es todo lo opuesto. Y ésa es nuestra verdadera cultura.

Tendrás tus depresiones, pero no parecés un tipo pesimista.

No. Soy un esperancista. Trato de hacerle frente a la tragedia. Si le hago el juego me convierto en un buñuelo de dolor.

¿Te fue difícil elegir el material de este disco? Por ejemplo, aparecen temas como “Entra a mi hogar”, que solías cantar en vivo hace más de tres años...

Fue bastante difícil. Y, como me dijiste al principio, fue también difícil mezclar intencionalmente la cuestión muy seria con lo reidero. La vida en joda no existe, y el cuchillo clavado todo el tiempo, tampoco.

Mucha zamba, mucha chacarera, pero vos sos un rockero empedernido... ¿o no?

Oíme, yo en el ’65, cuando escuché a Los Beatles, quedé prendado y embarazado.

Seguramente el tema que te hará conocido en estos meses será “Los Hermanos Pinzones”, al que ya difunden en forma agobiante. ¿Te resignás a ser identificado únicamente con la jarana?

Para contestar tengo que volver a la cuestión de la información. No sé si el que pasa temas lo hace por gusto o lamentablemente por las órdenes de alguien. Mi material puede ser masivo, e incluso lo serio, porque es un lenguaje sencillo; se entiende, no es ninguna “cosa rara”. Por otro lado, la compañía me dio un buen apoyo; en ambos finales de lados del disco nos dieron piedra libre y grabamos todo el delirio que quisimos.

¿Qué otros argentinos podés escuchar y reconocerles identidad propia?

Pedro Aznar, bueno... Son palabras mayores. Me gusta la gente que llega a esto no de golpe sino con una trayectoria. Cumbo, Vítale y González. Claro, León Gieco es Gardel. Con respeto a Charly, en su trabajo hay una gran representatividad nuestra, que son las letras. Con respecto a lo musical, creo que él “se da sus gustos”; creo que no le interesa profundizar mucho en nuestra raíz. Donde profundiza es en su poesía, que es espeluznantemente seria. Aunque parezcan muy “locas”, creo que sus letras son de lo más serio que hay.

¿De qué es culpable el que no se interesa en la música nativa?

Somos todos víctimas. De últimas, el gusto es siempre algo adquirido... No es culpable de nada el que conoce nuestra música y descubre que no le gusta. Es tan respetable esa decisión como cualquier otra. Pero si a alguien el folklore no le gusta porque ni siquiera sabe lo que es (que eso generalmente ocurre, por falta de información), eso es un delirio, es falta de identidad...

¿Por qué en vos todo fue más fácil, a pesar de Los Beatles?

Porque soy hijo de salteños, y antes de Los Beatles me encantaban las guitarreadas. Y después tuve una gran experiencia cuando abrimos el boliche (N. de la R.: “Lo de Fontova ", en la Av. Córdoba), y me había asociado con una familia de santiagueños, bombistas y también fabricantes de bombos. Eran los Gramajo. Todos los miércoles hacíamos nuestras “Peñas Didácticas”, que funcionaban como una peña tradicional pero a la vez veías a “stones”, panqueques (N. de la R.: punks) y otros, aprendiendo a bailar chacareras. El mecanismo de una peña tiene una libertad que a lo mejor un sto- ne fricachón (N. de la R.: freak) ni siquiera la conoce, a pesar de que se pone el arito y se pinta la cabeza.

¿Tu música sigue siendo vasodilatadora?

Sí, pero ahora viefte también con un poquito de vasoconstricción. Hay una sección en el medio de nuestro show que se llama “La Sección Me Siento Mal”, para dedicarme un poco a eso. Por desgracia, las cosas más serias duelen mucho. Y bueno, estamos tan acostumbrados al Me Siento Mal, que tampoco lo puedo negar como una cosa folklórica.

¿Seguís siendo el General Fontova, por aquello de que “general” significa “común a todas las cosas”?

Esa es la primera definición del término, según la Real Academia Española. Así que todos somos generales. Pero ahora soy reverendo. Soy el Reverendo Fontova. Creo que ahora tengo más competencia entre reverendos que entre generales.

¿Nos acercaría un breve sermón, Reverendo?

Que vos podés hacer lo que quieras, rock o valsecitos peruanos. Pero que hagas lo que a vos te gusta. O sea, hacer lo que a uno le gusta, nada menos, y nada más.

“Ahora no soy más General. Ahora soy el Reverendo Fontova”

Junio de 1985

https://mega.nz/file/9nJjzYhL#UGfuFxmFw3d0SrFl-MvsNwZGmLUnQq9f2fSW2SAKQ7k

4044 - Edurado Darnauchans - 1992 - Noches Blancas

Seccion Libros - LIBRO 044

Darnauchans: Estudio Critico

Álbum que acompaña este posteo:
Eduardo Darnauchans - 1992 - Noches Blancas

"Darnauchans"
Estudio Critico
Poesía y Compromiso de un Cantor Popular Uruguayo
 
Autor: Silvia Sabaj
Editorial: Ediciones Del Empedrado
Primera Edición: Ciudad Autónoma De Buenos Aires 2017
El sombrero dado vuelta
Boca arriba sobre el sordo suelo
Sin dejar de zumbar
Por el fino arco roto y suelto
En zig zag
Vuelto en el reloj de arena
Hacia las trampas sin suerte
De malabar a malabarista
Sin remedio
Tanto vintén tintinea en la esquina
Y él se va
Cada zapato amanece
Tan que sí que no y levanta un miedo
De mentira en verdad
Sin saber que nadie más ha muerto
Sin estar
Violín que mundo vuela ahí
Y como si pudiera
Su mano zurce en el aire a la vida
Sin apuro
Algo de un baile que en vano la tarde
Intenta acallar
("Tristezas del zurcidor")

https://mega.nz/file/cmxy2bJA#wYNS4X7D5qaXn8c0CcHsv2MasjbYRBfBs2n2l14tmZ0

4043 - Santana - 1973 - Lotus

 Seccion Libros - LIBRO 043

Santana: El Fuego Latino


Álbum que acompaña este posteo:
Santana - 1973 - Lotus

"Santana"
El Fuego Latino
 
Autor: Jordi Sierra i Fabra
Editorial: Unilibro
Primera Edición: Barcelona, Septiembre de 1977

La historia de los grandes guitarras jamás ha tenido a nadie tan personal y único como Carlos Santana.
Un temperamento distinto al de Jimi Hendrix, una  fuerza más cálida que la de Eric Clapton, una energía paralelamente opuesta a la de John McLaughlin. En Carlos Santana hay un fuego especial, un fuego surgido con su infancia mejicana, con su adolescencia americana, inmerso en un status contrario en el que se sintió extranjero.
Rebelde, caótico, embrutecido por las drogas y el sexo y salvado en el último momento por una nueva fe que le alumbró y le dio fuerzas para vivir y para seguir.
Creador de un estilo. Descubridor.de una fuente creativa virgen. Ese y mucho más es Carlos Santana.
Pero este libro es algo más que su vida. Santana no es únicamente Carlos, es también un grupo que ha atravesado diversas etapas, con cambios pero siempre con un definitorio sonido que ha sido su bandera. La evolución del guitarrista, de su banda, de su música, seguida paso a paso y disco a disco, nos lleva a entrar en una historia poco menos que desconocida e inédita todavía aun para muchos de los seguidores de Santana.
A diez años de sus comienzos, y cuando, con sus últimos discos ha conseguido pasar la barrera  que va de lo vanguardista a lo popular, Santana como grupo y Carlos Santana como hombre y como músico, son una de las partes más notablemente vitales de los años 70 y su revolución sónica.

Texto del autor de la contra-caratula del libro

“LOTUS” — 
Cara A: “Meditation” (Fragmento en silencio en la introducción del álbum), “Going home” (Alice Coltrane—Carlos Santana—Mike Shrieve—Richard Kermode—Tom Coster—José “Chepito” Areas—Armando Peraza—Leon Thomas—Douglas Rauch), “A-l Funk” (Carlos—Shrieve—Kermode—Coster— “Chepito” —Peraza-Thomas—Rauch) y “Every step of the way” (Shrieve) — 
Cara B: “Black magic woman” (Peter Green), “Gypsy queen” (Gabor Szabo), “Oye como va” (Tito Puente), “Yours is the light” (Kermode—Shrieve), “Batukada” (Peraza—Thomas—Rauch) y “Xibaba (She-ba-ba)” (Airto Moreira) — 
Cara C: “Stone flower” (Antonio Carlos Jobim—Mike Shrieve—Carlos Santana), “Waiting” (Carlos Santana—Michael Shrieve—Gregg Rolie—José “Chepito” Areas—Dave Brown—Michael Carabello), “Castillos de arena, parte 1” (Chick Corea—Joachim Young — Carlos Santana — Shrieve — Kermode — Coster —“Chepito”—Peraza—Thomas—Rauch), “Free Angela” (Bayete) y “Samba de Sausalito” (“Chepito ') - 
Cara D: “Mantra” (Carlos Santana—Shrieve—Coster), “Kioto” (Shrieve), “Castillos de arena, parte 2” (Chick Corea—Joachim Young—Carlos Santana—Shrieve—Kermode—Coster—“Chepito”—Peraza—Thomas—Rauch) y “Se acabó” (“Chepito”) — 
Cara E: “Samba pa ti” (Carlos Santana), “Savor” (Carlos Santana—Shrieve—“Chepito” -Michael Carabello-Gregg Rolie-Dave Brown) y “Toussaint l’overture” (Carlos Santana—Shrieve—“Che- pito”—Carabello—Rolie—Brown—Neal Schon) — 
Cara F: “Incident at Neshabur” (Carlos Santana—Albert Gian- quinto).

Todos los grupos que visitan Japón son grabados en directo para álbumes destinados casi exclusivamente al mercado japonés, el tercero del mundo en ventas globales detrás de Estados Unidos y Rusia. De esos LP’s grabados en vivo por los buenos técnicos nipones, algunos pocos han llegado también al resto del mundo, reclamados por un público voraz y consumista en torno a una banda puntera. De todos estos casos, los más destacados en la historia han sido indudablemente los de Deep Purple y Santana, si bien los Deep lanzaron su célebre “Made in Japan” como doble LP y en el caso de Santana, el gigantismo llegó a su cénit publicándose nada menos que un triple disco, con una maravillosa cubierta que comprendía tres fundas interiores y dos desplegables a cada lado en forma de cruz. El mismo costo del álbum impidió que llegara a muchos países, entre ellos España, y es obvio que el diseño gráfico y artístico de “Lotus” pasará a la historia del pop por su complejidad y la belleza de cada una de las 19 imágenes o posters que formaban esa cubierta insólita. Y es que Japón, también es diferente.
“Lotus” se convierte así en la primera muestra del sonido Santana en vivo (excluyendo la intervención de Carlos con Buddy Miles), una muestra perfecta e insólita ya que las 6 caras del álbum son de una pureza asombrosa. Si este “directo” hubiera sido hecho en otra parte lo más probable es que asegurara como en otras ocasiones que los retoques han sido constantes a lo largo de la grabación, y aun sin excluir esa posibilidad, lo cierto es que la técnica japonesa ha dado muestras sobradas de capacidad en este aspecto. El grupo llegó a Japón el 25 de junio de 1973 y actuó el día 27 en el Kyuden Tajinu-Kan de Fukoama; el 28 en el Yuhbin Chokin Hall de Hiroshima; el día 30 y el 1 de julio en el Shi Kokaydo de Nagoya; los días 2, 3 y 4 en el Kosei Nenkin Hall de Osaka (en donde durante el 3 y el 4 se grabó “Lotus”); el día 5 en el Kyoto Kaikan de Kyoto; el 6 y el 7 en el Büdohkan de Tokyo y por último los días 10 y 11 en el Kosei Nenkin Hall de Sapporo, dejando Japón el 14 de julio para continuar la gran gira mundial en la cual los días 5 y 6 de diciembre del mismo 73, Santana llegó a España. La producción del disco corrió a cargo de Tomoo Suzuki, el ingeniero fue la Sound Creatur Inc. y los mezcladores Tomoo Suzuki e Hideto Isoda, este último Director de Producción de la CBS/ Sony. Todos los créditos del álbum en todos los sentidos son de señores japoneses, y la calidad total fue tan notoria, que Santana encargó al diseñador del triple LP, Tadanori Yokoo, la confección de la cubierta del álbum “Amigos”.
La grabación de “Lotus” se produce cuando la nueva Santana Band se presenta a los ojos del mundo alumbrada por la espiritualidad. Carlos viste de blanco, y varios miembros del grupo presentan nuevos nombres puestos por su guru, Sri Chinmoy. Musicalmente, el álbum “Welcome” ya ha sido el nuevo gran éxito de la banda, que sigue sonando igual de energética a pesar de que únicamente Mike Shrieve y “Chepito” permanecen con Carlos. En el resto, todo han sido caras nuevas: dos teclistas, Richard Kermode y Tom Coster; un bajista, Douglas Rauch; un cantante, León Thomas; y un percusionista, Armando Peraza. Rauch, Peraza y Coster habían colaborado en algunos temas de “Caravanserai”, pero es ahora cuando se hallan integrados en el contexto Santana. Es, con todo, el “regreso” de Santana en plena gloria después de la gran crisis, y “Lotus” viene a ser un poco el canto que refleja ese momento en la vida de Carlos y su nueva formación, en aquel 1973 que fue un año clave para ellos. Luego, el álbum se editaría en 1975, casi dos años después, pero conservando la misma esencia de gran obra.
En lo único que no parece muy refinado y cuidado el disco es en el modo de ofrecer los largos temas. Se trata de meter todo un concierto de Santana en seis caras, sin a veces importar si se corta un tema antes del final y se enlaza en el otro lado del disco. La cara A tiene un largo silencio que Carlos pedía a todos los públicos para buscar la paz y sublimar el espíritu, es decir, para que músicos y público conectaran a través de ese silencio. Tras él se produce la presentación y pasan dos temas, en realidad mezclados, el “Going home” del álbum “Caravanserai” y un nuevo número titulado “A-l Funk” que no es sino un cúmulo de sonoridades de la banda. El gran corte de esta cara es “Every steep of the way”, aunque la entrada no se produce hasta mucho después de lo que marcan las estrías. La pieza es claramente mucho más rica en matices que la original del LP “Caravanserai” debido a su duración, cortada al final y seguida al comienzo de la cara B, en la que aparecen los aplausos aunque el concierto sigue, ya que San- tana acostumbran a no hacer separaciones.
La cara B es la más variada del triple al incluirse nada menos que seis temas, cuatro conocidos y dos variaciones rítmicas con “Batukada” (que es una prolongación de “Batuka”, del “Santana 3”), muy corta, y “Xibaba (She-ba-ba)” que es la única novedad propiamente dicha en este lado. En los 6 números, el grupo se dedica a tocar sin mayores florituras, brillando el peso instrumental mucho más que el vocal, ya que ni León Thomas destaca en “Black magic woman” ni el grupo en pleno logra la cohesión en “Oye como va”. Instrumentalmente, y salvo el constante trabajo de percusión y la omnipresente guitarra de Carlos, hay que destacar la labor de Tom Coster con el órgano en “Xibaba”.
La primera cara del segundo disco, la cara C, se inicia como termina la B, repitiendo el cambio que nos lleva a la introducción de “Stone flower”, muy corta. Sigue el “Waiting” del primer álbum y dos novedades, “Castillos en la arena, parte 1” y “Free Angela”, el primero un tema de Chick Corea, Joachim Young y todo Santana en pleno y el segundo una pieza de Bayete, desconocido entonces para el gran público y miembro fundador en 1975-76 de Automatic Man, con otro ex Santana: Mike Shrieve, el brazo derecho de Carlos durante tantos años. “Castillos en la arena” tiene una doble estructura, introductiva en la primera mitad y cargada de fuerza en el resto. “Free Angela” es más largo y también más refinado, con otro gran trabajo de los dos organistas, aunque lo vital en el tema es el largo bloque central, de percusión, que va subiendo hasta la irrupción plena de la guitarra. Tras ella hay un puente de percusión de un par de segundos y se cierra la cara con la “Samba de Sausalito” de “Welcome”, en la que vuelven a destacar Coster y Kermode por entre el potencial de Shrieve dirigiendo el ritmo y la guitarra de Carlos. La cara D presenta 4 temas, si bien “Castillos en la arena, parte 2” es sumamente corto, y los fuertes son “Mantra”, “Kyoto” y “Se acabó”. Como novedad es la cara más interesante junto con la calidad de la última. “Mantra” es un tema nuevo, relajante, sólidamente conducido por Shrieve., con intervenciones del resto escalonadamente. La pieza se funde, sin perder el ritmo, con “Kyoto”, que en sí es un largo solo de batería de Michael Shrieve, con tan sólo un ligero respaldo de piano eléctrico a cargo de l om Coster. Este corte cubre casi media cara. Y tras "Castillos de arena, parte 2”, una nueva concesión rítmica con “Se acabó”, igualmente floja en el aspecto vocal.
En el tercer disco, la cara E ofrece únicamente tres lemas conocidos y con un desarrollo más largo, naturalmente Carlos brilla extraordinariamente en “Samba pa ti”, creando sutiles clímaxs con cada uno de los trazados, deteniéndose o alargando la nota. Una de las maravillas de “Lotus”. Ya en “Savor” el trabajo corresponde a la percusión, y como cierre el grupo entero vuelve a desatarse en “Toussaint l’overture”, que es un número rítmico y enrollante por excelencia. La última cara de “Lotus” la ocupa un solo número, “Incident at Neshabur”, del álbum “Abraxas”, en un desarrollo excelente como culminación al trabajo individual y colectivo. El tema se abre en forma muy rítmica y la primera intervención corre a cargo de 'l'om Coster, al que toma el relevo Carlos sobre la constante percusión, realizando una larga serie de arpegios hasta que cambia el ritmo y nuevamente retorna el Carlos suave. Intercalándose en el tema base, la guitarra va dibujando retazos de “The fool on the hill” (en donde el público interrumpe un tema para aplaudir por primera vez), secundado al final por el piano eléctrico de Kermode, en otro largo y brillante solo que va haciendo subir el ritmo. Cuando retorna la languidez, se suceden los cambios diversos y llega el final.
Dentro de la discografía de Santana, tanto por las novedades en cuanto a temas inéditos como por los largos trabajos en algunos de los conocidos, “Lotus” es una de las joyas indispensables y más definitorias de su estilo, su calidad y su personalidad.

4042 - Juan D'Arienzo - 1984 - Bien Lunfardo

 Seccion Libros - LIBRO 042 

"De Pungas & Gayola

Album Que Acompaña Este Posteo
Juan D'Arienzo & Alberto Echague - 1984 - Bien Lunfardo

"De Pungas y Gayola"
Los delitos y las contravenciones en las letras de tango y el lunfardo
 
Autor: Hernán Sotullo
Editorial: Scotti Editora
Primera Edición: La Plata, 2009
 


Como estoy algo apartado
por razón de manyamiento,
ando de raje y sin vento
y apoliyo de parao.
No lo digo de balurdo
pero tengo mi patente,
soy junao en el ambiente
por El Nene o El Pesao.

Pa’que vayan relojeando
la campaña que yo tengo,
debuté por ley de juego
en Bermúdez y Nogoyá.
Por lesiones y entreveros
me comí la ochenta y nueve,
mi prontuario no lo mueve
ni un piquete ‘e la Central.

Si cualquiera ‘e los muchachos
tiene algún laburo en puerta,
que me pase la boleta.
Aprendí todos estos fatos:
purga, scruche, furca, atraco,
filo misho, descuidista,
ligereza y buena vista
para el cambiazo de paco.

Quien precise mi trabajo
le hago un precio acomodao,
soy El Nene del Abasto
pa’más datos El Pesao.

Si alguno lo pone en duda
lo que este coso comenta,
Moreno quince cincuenta,
que le pasen mi tosán.
Por apretar el gatillo
en una bronca fulera,
diez pepinos en Las Heras
me hizo morfar un fiscal.

Ochenta y dos remisiones varias,
con treinta en Devoto,
dos en tierra por el coco
y un kilo de apelación.
Son datos e informaciones,
pedigre de un chorro viejo,
y El Pesao con todo esto
se ofrece sin pretensión.

4041 - The Who - 1975 - By Numbers

Seccion Libros - LIBRO 041: 
"Los Who"

Album Que Acompaña Este Posteo
The Who - 1975 - By Numbers


Nombre: Keith Moon.
Fecha de nacimiento: 23 de agosto de 1947.
Lugar de nacimiento: Wembley, Londres.
El loco más loco del rock, lunático maravilloso donde los haya, Keith, mis amigos me llaman Keith, pero tú, si quieres, puedes llamarme John, igual me da; es la escenificación perfecta de lo que tiene que ser un rock-and-roll killer y un gran showman. Keith Moon nació siendo estrella, nunca podría ser otra cosa más que una estrella, comenta Pete Townshend. Es lo más monstruosamente grande con que nos hemos topado en la vida.
Para muchos, Keith Moon es la personificación de la locura de los Who, su imagen más fidedigna e irreal a la vez. Llevo unos cuantos años yendo y viniendo del/al seno de los Who. Nunca he estado anclado ahí, pero los muchachos parece que todavía no se han dado cuenta de ello. Siendo un gran batería, Keith, sin embargo, vio oscurecerse esta faceta suya por las múltiples locuras que, ya como una leyenda, forman parte de la historia del rock. Hoteles destrozados, coches de lujo bañándose en las piscinas, tarta de cumpleaños estampada en plena tara de un sheriff, múltiples disfraces que van desde Ana Bolena hasta Adolfo Hitler, baterías rotas en todos los escenarios del mundo..., todo esto es sólo una breve pagina de un grueso volumen titulado «Cómo ser diferente a los demás, según el método de Keith Moon»
¿Cuándo comencé a estar loco?... Pues cuando me di cuenta de cuál era la otra alternativa. La gente, frecuentemente, me dice: «Keith, estás loco»; pues bien, quizá lo estoy, pero vivo mi vida y vivo todas mis fantasías, eliminándolas de esta manera de mi sistema. Afortunadamente estoy en una posición financiera en que puedo hacerlo. Cuando tienes dinero y haces el tipo de cosas que yo hago, la gente se ríe y dice que eres un excéntrico..., que es una forma educada de decir que estás loco de remate. Cuando no tienes dinero, se expresan claramente y dicen que estás loco, declaraba Keith a Roy Carr del New Musical Express.
Lo cierto es que detrás de todas las locuras posibles e imposibles, estaba escondido uno de los mejores baterías del rock, un batería incendiario, explosivo, pirata.
Realmente no tengo ni la más mínima aspiración de ser el mejor batería del mundo. No quiero ser otro Buddy Rich, sino aplicar todas mis energías a la hora de tocar y luego, cómodamente, divertirme con lo primero que se me ocurra. Lo único que realmente quiero es tocar la batería con los Who, y ser lo que soy.
Me gusta lo inesperado y me gusta hacer reír a la lente. Para mí eso es lo esencial de la vida. En realidad no se puede hacer planes para nada, y supongo que ésta es una de las razones por las cuales no me hiero con frecuencia.
En el escenario formamos parte del público y el público forma parte de nosotros. Es muy difícil cuando se está encerrado detrás de una batería y todos los límites que van con ella. Pero, a menos que el público esté directamente interesado, no habrá espectáculo. No hemos llegado a conseguir establecer una relación. Relación es una palabra que se utiliza mucho en estos días. Pero no significa solamente ponerse de pie y decir, vamos, todo el mundo a tocar las palmas, y el conjunto toca las palmas y a continuación las toca el público. Es mucho más que todo eso. Es una cuestión de utilizar el poder que tienes al estar en el escenario rodeado de amplificadores. El público ni está allí ni los tiene.
Si se trata de una cuestión de ego en un grupo, sobre el disfrute del público, entonces personalmente no veo ninguna otra alternativa. Un conjunto está condenado al fracaso desde el primer momento. Un conjunto tiene que eliminar sus propios problemas de ego, y si el primer guitarrista se molesta porque cree que el batería le oscurece en el escenario, en ese caso está pensando más en sí mismo que en el público. Es el público en el que debería estar pensando. No debe preocuparse de su propia persona.
A nivel del trabajo extraoficial, fuera del seno del jrupo, las preferencias de Keith se inclina hacia el cine.
Debutó en los 200 Motéls de Frank Zappa, para luego proseguir con esporádicas apariciones en otras películas (Drácula, That'll Be The Day, Stardust, Tommy). Al igual que su cachondo amigo Ringo Starr, uno de sus pasatiempos favoritos eran los juguetes (supongo que para el Sr. Freud eso sería pasto inmejorable para sus investigaciones sobre la naturaleza psíquica del animal humano).
A diferencia de los demás componentes de los Who, Keith Moon no se sentía especialmente inclinado a hacer trabajos musicales en solitario; sólo un álbum, Two Sides of The Moon grabado en 1973, y algunas que otras apariciones en plan «estrella invitada» en los discos de sus numerosos amigos ofrecen una borrosa imagen de estas incursiones extra -Who en el campo de la música.
Todos somos como una batería. Todos necesitamos a los demás, para extraer ideas unos de otros y para crear energías tanto internas como externas.
A lo largo de toda su vida, Keith fue el prototipo de lo que tiene que ser un hombre del rock: absurdo a veces, alegre, generoso, un poco frustrado, loco de atar. Incluso su muerte, acaecida el 8 de septiembre de 1978 a causa de una sobredosis, fue coherente con todo lo que habría hecho en su vida.
Me importa un rábano lo que diga la gente de mí. Que metan las narices en sus propios asuntos, con ello tendrán más que suficiente. Si hago algo, lo hago porque quiero, y punto. Supongo que si todo el mundo fuese un músico de rock, yo trabajaría en una oficina y me reiría de ellos. Me gusta llevar la contraria, es una forma más de sentirse satisfecho de la vida.

Texto extraído del libro (paginas 89a 92)


"Los Who, 
Autor: Jorge Arnaiz
Editorial: Jucar
Primera Edición: Madrid, Junio de 1980

 .- The Who - 1975 - By Numbers \ Lado A - 01.- Slip Kid"
 .- The Who - 1975 - By Numbers \ Lado A - 02.- However Much I Booze"
 .- The Who - 1975 - By Numbers \ Lado A - 03.- Squeeze Box"
 .- The Who - 1975 - By Numbers \ Lado A - 04.- Dreaming From The Waist"
 .- The Who - 1975 - By Numbers \ Lado A - 05.- Imagine A Man"

 .- The Who - 1975 - By Numbers \ Lado B - 01.- Success Story"
 .- The Who - 1975 - By Numbers \ Lado B - 02.- They Are All In Love"
 .- The Who - 1975 - By Numbers \ Lado B - 03.- Blue, Red And Grey"
 .- The Who - 1975 - By Numbers \ Lado B - 04.- How Many Friends"
 .- The Who - 1975 - By Numbers \ Lado B - 05.- In A Hand Or A Face"


jueves, 4 de septiembre de 2014

4040 - The Who - 1974 - Odds & Sods

Seccion Libros - LIBRO 040: 
"Who, Su Leyenda y Tommy"

Album Que Acompaña Este Posteo
The Who - 1974 - Odds & Sods

INTRODUCCION: SINTESIS DE UN MILAGRO

¿Hay milagros en el pop? ¿En un mundo de rivalidades, prisas, éxitos, dinero, tensión y constante lucha, puede hablarse de sorpresas? ¿Cabe hablar de “naturalidad” cuando nos hallamos ante un cantante o un grupo que ha alcanzado la gloria y los millones?...
Los Who son ese milagro, no te quepa duda. Esta es la historia de cuatro auténticos gamberros de barrio, cuatro tipos sin ningún pasado ilustre, sin apenas noción de música. Líderes del movimiento “Mod", instigadores en la Inglaterra de 1965-66-67-68. Surgieron como el cuarto plato de la balanza entre Beatles, Rolling y Animáls. No se prefabricaron ni se hicieron, simplemente nacieron, simples, espontáneos. Un día se les dijo: “Muchachos, vais a ser ‘Mods’ porque así lo requiere el momento”’ Y fueron “Mods”, una rama juvenil enfrentada a la otra, los “Rockers”. Después llegaría la lenta escalada, nada fácil por cierto. Y hoy, siguen sin saber tocar virtuosamente, pero han dado a la música y a su historia una de las más absolutas leyendas vivas que existen, una leyenda de 13 años con muchas vicisitudes, incluida la creación de la primera y más grande “Opera rock” que jamás se ha compuesto: “Tommy”
En 1976, fuera ya de la corriente beat de los 60, es difícil girar la vista hacia atrás y tratar de volver a meterse en la piel de los 15 años para comprender más firmemente lo que son y lo que fueron los Who. Sentenciosamente diría que es la única banda del mundo que en la actualidad sigue integrada por los mismos cuatro individuos, es decir, que nos hallamos ante el grupo de mayor longevidad sin cambios. Pero tampoco se trata de eso, sino de mucho más. Los Beatles formaban en 1965 la gloria, lo más grande, representando al beat y a la elegancia de las formas y la estética; los Rolling mantenían la bandera del Rhythm & Blues al que añadieron salvajismo y descarnamiento; los Animáls mantuvieron mucho más el Blues, aunque estaban igualmente cerca del R & B. Y los Who, ya entonces, puede decirse que hacían rock, un rock discutible porque se llamaba beat y sólo beat en aquel 65. Pero mientras los Stones ofrecían un reto constante, una posición de lucha y de enfrentamiento, los Who se limitaban a decir: “Tomadnos o dejadnos.” Subían a escena y se olvidaban de todo... bueno, menos de romper la guitarra, tirar la batería y desarrollar todo un paroxista espectáculo lleno de violencia para el violento público que iba a verles.
En cierto modo, lo que más ha “perjudicado” a los Who ha sido “Tommy ”. Es probable que de no haber dado con la piedra filosofal de su obra cumbre, en 1969 hubieran acabado desapareciendo, como la mayoría de grupos de la década beat, pero se hubieran llevado con ellos un ángel extinto actualmente. Después de “Tommy” los Who tocaron el techo de su expansión, pero de distinta forma. Para los jóvenes que les conocemos bien, siguen siendo los mismos cuatro gamberros que te sacuden las tripas subidos a un escenario, pero para el gran mundo, los Who son una imagen extraña y borrosa, oscurecida por el fulgor de “Tommy”. Y ello no deja aún ahora de ser desconcertante.
En el primer volumen de esta colección, dedicado a Pink Floyd, citaba a los Who como la banda que más me ha aplastado en directo, y aquí debo repetirlo: Los Who son la apisonadora más feroz del rock de estos años 70, un martillo pilón que descarga sobre ti toneladas de ritmo y fuerza y que te machaca y te extenúa sin remisión. Ahí no se han refinado. Ahí siguen siendo los Who. Cierto que Pete Townshend ya no destroza su guitarra ni Keith Moon acaba con su batería, pero siguen siendo cuatro músicos que llevan dentro de sí todo lo que ponen en escena. Pete todavía no sabe tocar la guitarra, pero se ha convertido en uno de los más grandes compositores de los últimos 20 años, incluso, sin pecar de fanatismo, diría yo que del siglo. Su trascendencia como creador es, desde luego, mucho más vital que como instrumentista o incluso como líder de una banda en la que si algo hay que destacar también, es la franca disparidad de los cuatro elementos que la integran. Los Who tal vez sean lo más barroco del pop, ya que en su seno alternan un loco, una “star”, un genio autodidacta y un aprendiz de brujo, es decir: Keith Moon, Roger Daltrey, Pete Townshend y John Entwistle.
La historia de los Who tiene una diversidad de etapas manifiesta, pero son como conceptos indispensables dentro del germen de la banda. Como tantos otros grupos en 1963 y 1964, ellos nacieron como entidad fabricante de singles, de canciones, de éxitos. Se movieron bien en ese terreno, en lo más tremendo de su carrera: el comienzo. Estábamos en el pleno delirio del beat, y el pop casi venía a serla religión del momento. Tres años después de la arrancada, y tras unos altibajos manifiestos, en cuanto un single no entraba en el top-30 británico, Pete Townshend comenzó a pensar en la posibilidad de una obra concreta. La idea se desarrolló ya en el tercer LP, veladamente, y acabó de cuajar con la historia del chico sordo, mudo y ciego. Después de la segunda etapa, la de transición, en la que les sorprendió el éxito en América, se editó “Tommy ”. Casualmente (o no), estábamos en 1969, el año clave, el año del rompimiento entre la década beat y la realidad presente, en los años 70. Los Who tuvieron su tercera etapa con “Tommy”, y estuvieron encadenados a ella hasta que con “Quadrophenia” intentaron romper las cadenas de “Tommy”. No lo lograron, pero entraron en su cuarta etapa, la de la serenidad y reflexión. Y entonces llegó nuevamente la trampa de “Tommy”, hasta el presente, con el delirio de los millones del film y muchas más cosas, muchas más.
En esta historia de los Who, la que voy a “describir” en este libro, voy a separar “Tommy” del concepto Who, y estudiaremos primero la vida de la banda, las individualidades, y en la cuarta parte analizaré el fenómeno “Tommy” por separado, aunque de hecho merecería un libro como éste. Sucede que “Tommy” es una historia dentro de la misma historia, un hito indispensable y básico, una página inmortal (y no me parece el término “inmortal” demasiado brillante, desde luego, aunque no tenga ninguna otra palabra a mano).
Los Who son como un sueño hecho realidad, posiblemente mucho más que los Beatles o los Rolling Stones. Cualquier virtuoso puede mirarles por encima del hombro, pero envidiarles su éxito, su fama y lo que han hecho, porque realmente, después de los mismos Beatles, son la banda que más ha contribuido al desarrollo del pop como materia básica sobre la cual ha girado toda la música de los años 60 y su prolongación hasta hoy. Muchos conjuntos han destacado por esta o aquella característica, pero la de los Who es imprecisa. Su éxito tardó en llegar. Primero se produjo en Inglaterra, y a un nivel muy británico. Saltaron a Europa y acabaron incluso entrando en América, pero todo de forma escalonada. “My generation" les abrió las puertas europeas y “Happy Jack," las americanas, dos temas distintos y dos etapas distintas, luego, en la pendiente, surge “Tommy Esta falta de “unidad” o de “criterios” es lo que ha hecho de los Who un grupo dispar, únicamente reconocido como grande desde comienzo de los años 70, y aun entonces, más por el hecho de ser una banda sobreviviente de los 60 que por su propia aureola. Habría de ser “Tommy”, siempre “Tommy", lo que mitificara definitivamente a una simple, pura y buena banda de rock.
Hoy incluso hablar de rock es impreciso. Las últimas actuaciones de los Who en 1976, paralelas al trabajo de escribir este libro, siguen hablándonos de la más poderosa banda de rock del mundo, la más contundente, pero no en vano han pasado unos años. Roger Daltrey se ha convertido en estrella de cine, Keith Moon le sigue los pasos a otro nivel, John Entwistle cachondea con sus canciones y sus discos individuales, y Pete Townshend no sabe qué hacer con sus millones ni tal vez con el futuro, porque la misma historia del chico sordo, mudo y ciego que acabó convirtiéndose en el nuevo Mesías, amenaza con arrastrarle a él. ¿Acaso no es Pete un chico feo, inculto y ex Mod, convertido en millonario célebre gracias al toque de su propio destino?
Creo que la historia de los Who es la más sencilla que he escrito hasta hoy, porque no hay que buscarle dobles efectos ni intencionalidades falsas. No cambiaron nada como los Beatles, ni provocaron cismas familiares ni rupturas sociales como los Stones, simplemente fueron unos líderes que en los últimos tres años han acabado por interesar a los mayores y han sido parte del mismo espectáculo, del show-bussines. Y a pesar de todo, les queremos y les seguimos sintiendo como algo nuestro. Hicieron que un tema como "Mv generation" no fuera propio de 1965, sino también de los años siguientes hasta hoy, porque la “generation” de los Who sigue siendo la de todo tío joven que vibre y se sienta pegado a las notas de una guitarra. Townshend renegaba de la obra mucho antes de que pasara al cine, aún hoy dice que no le ve la trascendencia por ningún lado. En parte, ello se debe a que los Who siempre han tratado de ser fieles a una idea, a un concepto... y en eso no entra el “pequeño detalle" de que una de sus obras les reporte dinero, gloria, fama y todo lo demás.
Los Who siguen siendo cuatro “Mods", Posiblemente fuera de tiempo, fuera de lugar, cuatro “Mods" con diez años más, algunas ganas menos y por supuesto, la misma energía musical.
Si rompiste alguna ventana de niño, léete esta historia y piensa que pudo ser la tuya.

Texto extraído del libro (paginas 7 a 11)


"The Who,
Su Leyenda y Tommy
Autor: Jordi Sierra I Fabra
Editorial: Unilibro
Primera Edición: Barcelona, Septiembre de 1976

 .- The Who - 1974 - Odds & Sods \ Lado A - 01.- Postcard" 
 .- The Who - 1974 - Odds & Sods \ Lado A - 02.- Now I'm A Farmer"
 .- The Who - 1974 - Odds & Sods \ Lado A - 03.- Put The Money Down"
 .- The Who - 1974 - Odds & Sods \ Lado A - 04.- Little Billy"
 .- The Who - 1974 - Odds & Sods \ Lado A - 05.- Too Much Of Anything"
 .- The Who - 1974 - Odds & Sods \ Lado A - 06.- Glow Girl"

 .- The Who - 1974 - Odds & Sods \ Lado B - 01.- Pure And Easy"
 .- The Who - 1974 - Odds & Sods \ Lado B - 02.- Faith In Something Bigger"
 .- The Who - 1974 - Odds & Sods \ Lado B - 03.- I´m The Face"
 .- The Who - 1974 - Odds & Sods \ Lado B - 04.- Naked Eye"
 .- The Who - 1974 - Odds & Sods \ Lado B - 05.- Long Live Rock"

4039 - Markama - 1991 - En Vivo - 15 Años No Es Nada

Sección Libros - Libro 039

Anecdotario
24 Años de Recuerdos En Markama

Album Que Acompaña Este Posteo
Markama- en Vivo "15 Años No Es Nada"


"Anecdotario" 
24 Años De Recuerdos En Markama
Autor: Juan Alberto "Nene" Ávalos
Editorial: Ediciones Culturales de Mendoza
Primera Edicion: Mendoza, Agosto de 2019

Nota: El libro, esta acompañado por un CD de registros inéditos, que pertenecen a grabaciones de "Nene" Avalos, de reciente edición el libro, respetamos entonces el derecho del autor, y no posteamos el disco, solo la descripción para hacer difusión del material incluido, en un trabajo de excelente como es la obra "Anecdotario". 

La sapa estaba pariendo
y el sapo estaba mirando
cuando la sapa pujaba
el sapo se iba esponjando.
¡Sapo! vete de aquí
¡Sapo! ponte pa' allá.
La sapa vino pariendo
muy cerca del castillito
y a la media hora tenía
más de quinientos sapitos.
La sapa vino pariendo
a punta'e la madrugá
y los sapitos contentos
se pusieron a bailar.
¡Sapo! vete de aquí...
La sapa estaba pariendo
cerca'e la cruz del perdón
y el sapo lo celebraba
con su botella de ron.
¡Sapo! vete de aquí...

Ficha Tecnica Del Album:

Lars Nilsson: (sueco) Quena, Quenón, Flautas , Traversas, Sikus, Moxeño, Anatas, Ocarina, Rollano, Percusión.

Archi Zambrano: (boliviano) Charángo, Guitarra, Sikus, Anatas, Bajo, Canto, Percusión

Wálter Sábbatini: (argentino) Guitarra, Bajo, Sikus, Anatas, Canto, Percusión. 

Nene Avalos: (argentino) Quena, Quenón,, Moxeño, Sikus, Anatas, Erke, Guitarrón, Guitarra, Canto, Percusión

Mingo Casciani: (argentíno.) Batería, bombo legμeró, Timbalés, Congas, Cajón Peruano, ,Canto, Accesorios

MUSICOS INVITADOS:·

León Gieco en Chacareros de Dragones

Horacio Fontova en Zamba Landó

El álbum se grabo con el Móvil de los Estudios del Cielito, el 22 de Junio de 1991, durante el ciclo "15 Años No Es Nada" los dias 20, 21, 22 y 23 de Junio en el Teatro Astral de Buenos Aires. El técnico de grabación: Gustavo Gauvry y la producción artística a cargo de Walter Sabbatini

4038 - Bob Dylan - 1975 - Desire

Seccion Libros - LIBRO 038
Bob Dylan: Letras Completas

Album Que Acompaña Este Posteo
Bob Dylan - 1975 - Desire


"Bob Dylan, Letras Completas" 1962-2012
Obra lirica completa 1962-2016
Autor: Bob Dylan
Traducción: Miguel Izquierdo, José moreno y Bernardo Domínguez Reyes
Editorial: Editorial Malpaso
Primera Edición: Barcelona, Noviembre de 2016

La Letra es tan importante como la música (1965)
Solo importa la música que sostiene la letra (1968)
Ante todo me considero un poeta (1978

He aquí la inmensa galería de espejos construida por Bob Dylan al borde de un camino que atraviesa nuestro tiempo como una flecha sin hallar nunca el descanso final de la diana. Ese camino (que pasa por todas partes sin conducir a ninguna) refleja el escenario interminable de una comedia siempre humana incluso cuando pretende ser divina: las visiones de Johanna se cruzan con las de Isaías en la calle 4 de Nueva York mientras un fantasma eléctrico rasga su guitarra por las carreteras del blues donde yacen los cadáveres de Hattie Carrol y Emmett Till contemplados por el triste bufón, que conversa con el vagabundo misterioso, que se ríe del amante abandonado, que recita un salmo o a Petrarca pensando en Bette Davis, que acaba de llegar a Durango en compañía de Lenny Bruce, que no ha estado en el corredor de la muerte con Hurricane Cárter, que clama en el desierto como el hijo de mis entrañas que ha visto lobos salvajes en torno a un recién nacido que, cuando llegue el día, perseguirá a una hermosa dama hasta las playas de Mozambique...

Este volumen contiene todos los versos escritos hasta la fecha por un creador que ha revolucionado la canción popular destilando las tradiciones más diversas, desde el blues al country, desde la balada británica al góspel negro, desde el rock a la música de vodevil. Estamos, pues, ante unas «obras completas» que incluyen el material descartado en los sucesivos discos y, por primera vez, todas las composiciones posteriores a 1985. Se trata, además, de una edición bilingüe donde el texto traducido accede a ser un puente hacia el original sin renunciar a unas mínimas propiedades rítmicas que permiten leer cada letra como una composición autónoma. Las notas de Alessandro Carrera y Diego Manrique proporcionan al lector una afilada herramienta crítica para adentrarse en la maraña de citas, referencias, alusiones y apropiaciones que el autor maneja con tanta libertad como abundancia. Esta obra ofrece al fin la posibilidad de explorar en inglés y castellano el casi inabarcable universo creado por la imaginación poética de Dylan: su temeridad verbal, sus extravagantes metáforas, sus aforismos imposibles, su lenguaje privado, su humor, su épica, su ingenio, su ingenuidad, su sarcasmo, su lirismo y, por encima de todo, su omnívora mirada. Robert Allen Zimmerman nació en Duluth (Minnesota) el 24 de mayo de 1941. La Academia Sueca le concedió el Premio Nobel de Literatura el 13 de octubre de 2016. (Texto de la contra-caratula del libro)


4037 - John Mayall - 1965 - Plays John Mayall

Seccion Libros - LIBRO 037: 
John Mayall
"El Padre Blanco Del blues"

Album Que Acompaña Este Posteo
John Mayall Plays John Mayall


"John Mayall" 
El Padre blanco Del Blues
Autor: Jordi Sierra I Fabra
Editorial: Unilibro
Primera Edicion: Barcelona, Marzo de 1978


En recuerdo de los dias que tuve
que robar comida, para poder 
comprarme los discos de John.
Jordi Sierra I Fabra
Andorra, Abril de 1971

John Mayall - 1965 - Plays John Mayall

El mismísimo Alexis Korner es el que presenta este álbum, con un texto en la contraportada en el que explica quién es John y que ocurre en 1964 con el Rhythm & Blues en Inglaterra. Dice que hay un “boom” con gentes como Cyril Davies, Graham Bond, Long John Baldry, Steve Winwood... pero que el mejor es John Mayall, llegado de Manchester al gran mundo y dispuesto a conquistarlo.
Pero lo que está claro es que Mayall, en su primer álbum y en los posteriores, escapa notablemente de su mero ceñimiento al Rhythm & Blues. Mayall es blues, puro blues. Está a la izquierda, por completo de Animáis y Rolling Stones, y sus premisas creativas son mucho más puristas y difíciles. Como ellos, ha trabajado ron Sonny Boy Williamson y John Lee Hooker cuando éstos han ido a Gran Bretaña, pero John prefiere trabajar en su propia música casi siempre a pesar de la inspiración o las enseñanzas siempre importantes de los genios que le precedieron. Por otra parte, en el momento de grabar este primer álbum, el último mes de 1964, nos encontramos con un músico que ya ha cumplido los 30 años... Para él, tanto Animáis como los Stones, son la violencia de la juventud. Steve Winwood, citado antes, sólo tiene 18 años. Las nuevas generaciones, el beat o el Rhythm & Blues, la moda, le llega 10 años tarde por una parte, aunque a él no le importe. Quiero decir con ello que si bien Hughie Flint o John McVie tenían 19 ó 20 años, a John y a su estilo no le iba el reto social, el cabello largo o las ropas avanzadas. Lo haría, sí, a su modo, en . 1966 y 67, pero en el momento de su aparición, Mayall y los Bluesbreakers visten con corbata, llevan el cabello muy corto y hacen blues... aunque camuflado dentro del auge del Rhythm & Blues.
“John Mayall plays John Mayall” está grabado el día 7 de diciembre del 64 en el Club Klooks Kleek de Hampstead, en Londres. Uno de los ingenieros era ya Gus Dudgeon, más tarde productor de Elton John, y el supervisor general era Tony Clarke, después productor de los Moody Blues. Es decir, que la reunión agrupaba a un pequeño núcleo de futuras glorias de la música británica.
Los Bluesbreakers de Mayall están ya por su segunda formación, pero cuentan con una sección de ritmo extraordinaria: John McVie al bajo y Hughie Flint a la batería. El guitarra, Roger Dean, no es de lo mejor que ha tenido John en sus bandas, pero el tono de la grabación, en vivo, muestra una técnica bastante acorde con la época, especialmente dentro de la estructura del blues y sus compases esenciales. En cuatro de los números, “The hoot owl”, “Doreen”, “Chicago line”y elmeddley de “Night train” y “Lucille”, interviene como invitado el saxo Nigel Stanger. Mayall, por su parte, toca su pronto famosa guitarra de 9 cuerdas en un solo tema, “When I’m gone”, aunque lo esencial en él, como lo era en Paul Betterfield en América, es la intensa utilización de la armónica, como instrumento imprescindible dentro del blues y su coloración.
El resultado de todo esto es un disco muy fuerte por su simpleza y el carácter “directo” de la grabación, en un lugar pequeño y de sonoridad añeja. Hay excitantes trances rítmicos como “Crocodile walk”, “Chicago line” o “Crawling up a hill”, blues puristas como “Heartache” y excepcionalmente “1 need your love”. Siendo un primer álbum, lo más destacado fue la homogeneidad. En esto, Mayall se apartaba aún más de sus “colegas” del R&B, puesto que no habi'a en el LP ningún tema estrella, un posible hit. John y sus Bluesbreakers surgían como algo minoritario, y sólo la gran calidad mantenida año a año hicieron de él un músico popular y trascendente.
 Jordi Sierra I Fabra