0741 - U2 - 1993 - Zooropa

El segundo concierto de U2 en RiBer

Una nueva escalada armamentista

El costado político de U2 le da un sustento humanista a un espectáculo fuertemente tecnológico, concebido como algo gigantesco. Asi, el rock experimenta su propia escalada armamentista.

Es una auténtica trivialidad decir que la música de u2 en river tiene muy poco que ver con la música de u2 en discos, por lo menos con el último, pop, que cuenta con un sonido tan fino y tan diferenciados. Estos conciertos en vivo seguramente establecen una relación muy fuerte entre los músicos y el público, pero la música transcurre de manera bastante inespecífica, borrosa a pesar de su potencia; sin querer hacer mala psicología, tal vez la música no ocurre en tiempo real sino que ocurre en la memoria de los que asisten al concierto. Quien no conozca las piezas de u2 seguirá sin conocerlas.

La afirmación de que este recital tiene- buen sonido podría descansar, más que en el oído, en la presunción de que un show de semejante.nivel técnico no puede tener un mal sonido. Pero no hay manera de resolver el hiato entre buen sonido y gran espectáculo de masas. La distorsión es insalvable en todo género, incluso en uno como el rock, que parece hecho especialmente para los estadios.

Más aún en el caso de u2, cuyos últimos desarrollos se basan muy especialmente en nuevas texturas de sonido. No se trata de las especulaciones rítmicas y armónicas de un grupo como the pólice, por citar una banda que acabó trascendiendo claramente el lenguaje del rock. La sofisticación de u2 quiere dejar atrás, si no el universo del rock duro y la balada, sí el formato histórico de guitarras, bajo y batería. En los últimos discos del cuarteto irlandés hay toda una serie de bases grabadas y de loops que crean una superficie o una pista muy compleja, que evoca el universo del pop tal vez como una manera de evitar las convenciones de lo que tradicionalmente se consideró lo expresivo en el rock tradicional. Y no deja de ser notable el desarrollo que u2 experimentó sin que el esquema rítmico y armónico de sus canciones cambiase demasiado.todo lo que estos conciertos restan en calidad de sonido pretenden compensarlo con un desarrollo de la escena. La escena de u2 es verdaderamente impresionante y parece contarccon toda la precisión que la música nos niega. Pero sólo a costa de no establecer ninguna diferencia puede llegarse a la conclusión de que una cosa compensa la otra.

Pero tampoco debe concluirse en que haya una falta de contenidos, ya sean visuales o musicales. Los nuevos contenidos deben ser considerados en otra escala, y su origen tal vez deba ser buscado más por el lado de las grandes experiencias tecnológicas que propiamente artísticas.

Surge de inmediato la imagen del lanzamiento de alguna nueva nave espacial. Esta imagen, que se concreta en el último tercio del show cuando el limón se transforma literalmente en una nave, en verdad funciona desde el inicio, con la música de misión: imposible y la exquisitamente demorada aparición en escena de los músicos. Hay un efecto de cuenta regresiva, como si el estadio de river de pronto se hubiese trasladado a cabo cañaveral.

Los pilotos no se ven, se ve la nave. Los cuatro músicos son operadores de una maquinaria gigantesca. El fuerte costado político de u2, funciona como una compensación: allí dentro hay hombres que tienen sentimientos nobles y guían la dirección de la nave. Pero aquí se hace evidente que una lógica de escalada armamentista se ha adueñado definitivamente dél rock.

Futbo, tango y besos

Argentina, argentina. The edge, larry müllen y adam clayton salieron del limón gigante con la camiseta de la selección puesta. Ovación total. Bono, enfundado en un traje negro con pinti- tas blancas, tenía la pelota de fútbol en la mano. La mostró al público como una ofrenda y después... La pateó tan fuerte que llegó casi a la mitad del cés­ped. El batistuta irlandés.

Video. Para el emotivo tema madres de los desaparecidos, la pantalla deja atrás la estética pop. Imágenes de las madres de plaza de mayo, en blanco y negro, hicieron subir el volumen emotivo del show. El video es un compilado del trabajo que prepara T.E.A Imagen, 20 años 20 poemas 20 artistas en ho­menaje a los 20 años de las Madres, y fue pedido especialmente por U2 para pasarlo las tres noches.

Tango. Después del rock, un poco de tango. Larry Müllen y Adam Clayton fueron a la milonga porteña del club almagro. Llegaron después del show del viernes, alrededor de las 2.30, y se quedaron hasta las 5 de la madrugada. Mezclado entre la gente, Müllen se animó con los pasos básicos, aunque a un costado de la pista. Clayton, en tan­to, sólo se dejó ver a la hora de la salsa. “no nos podíamos ir de buenos aires sin ver un poco de tango”, le dijeron al dueño. Al final, se llevaron de regalo varios discos y videos. Para practicar en casa.

Morocha con suerte. Romántico a más no poder -y un poquitín histérico también-, Bono le dio el gusto a una sola de las miles de fanáticas que antea­yer estaban en el show. Mientras arre­metía con with or without you (conti­go o sin ti) hizo subir a la tarima a una joven morochita que por el calor (inter­no y externo) se hábía quedado en corpiño (negro). Bono la abrazó, ella no lo podía creer, y terminaron cantando juntos. Al final, le dio un piquito y ella cayó al suelo. Todo un seductor.

A Michael Hutcmence. Bono dedicó el tema gone (ido) a Michael Hutchence, su amigo personal, quien se suicidó en noviembre pasado. Otro momento emotivo del show.

Cambios. Hubo algunas modificacio­nes en el programa del segundo show. Del repertorio de la banda salió all i want is you y entró una versión acústi­ca de desire: ambos temas del disco rattle and hum. A bono, el viernes, se le dio por improvisar con el estadio un coro de la canción Stand By Me, de Ben E. King. El público lo siguió... Hasta ahí.

ESPECTÁCULOS • CLARIN •

Domingo 8 de Febrero de 1998
Federico Monjeau

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