9919 - Paul McCartney - 1999 - Working Classical Orchestral & Chamber Music By Paul McCartney


SE EMITE HOY POR-CABLE UN DOCUMENTAL SOBRE EL EX BEATLE


Será por el canal Fox. Allí se verá a Paul con su familia, trabajando en el estudio de grabación y contando chistes.


A cinco meses de la presentación de su último trabajo disco- gráfico, Paul McCart­ney aparecerá hoy en la pantalla de televisión con un do­cumental que presenta una visión íntima de su vida.



A partir de las 21, el canal de ca­ble Fox emitirá Paul McCartney in the World Tonight, un documental que mostrará al ex beatle en su ca­sa, en su trabajo y preparándose para grabar su último disco, Fla- ming Pie, que fue presentado en mayo. Sus chistes, ocurrencias y pensamientos estarán reflejados en este especial dirigido por Geoff Wonfor. El director resumió en una frase su trabajo; “Nuestro equipo de filmación era muy pe­queño. Solamente un camarógrafo y yo. Quise hacer un documental sin tensiones porque Paul es un hombre muy tranquilo. Como él mismo expresó sobre Flaming Pie: Amigos, vamos a reímos, no va­mos a sudar y vamos a hacer un ál­bum increíble”.

Este documental de una hora re­lata la vida de McCartney cuando se baja del escenario. En In the 

World Tonight se lo podrá ver jun­to a su esposa Linda seleccionando las fotos que ella tomó de Los Bea­tles para realizar un especial; pre­sentando uno de sus otros logros de los que está orgulloso, su últi­ma película de dibujos animados, Tropic Island Hum; enseñando sus cuadros y haciendo alarde de sus dotes como pintor; y reflexio­nando sobre el poema sinfónico que compuso para celebrar los cien años de la compañía discográfica EMI.

In the World tonight describe todos los detalles de cómo se hizo su último disco. Sucede que, du­rante la grabación de Flaming..., las cámaras estuvieron dentro de los estudios de grabación mientras McCartney tocaba el bajo, la guita­rra, la batería, los teclados y, además, se daba tiempo para can­tar a dúo con su mujer.










Pero no se trata solamente de ver ir y venir a la familia McCart­ney. El ex beatle también presenta en el documental varios de sus nuevos temas: Little Willow, Some days y Calicó Skies. Todos estos sumados a los clásicos que forman parte de una larga carrera.

El documental termina con la grabación del tema Beautiful Nights, que cuenta con la partici­pación de sus dos amigos, Ringo Starr -también ex beatle- y el pro­ductor George Martin. 

9918 - Cris Morena - 1993 - Jugate Conmigo Abrazadisimos


CARLOS NILSON NO PARA DE FABRICAR EXITOS


Un leon vendiendo música



Es el autor de la música de Chiquititas y de gran parte de los programas de Telefé, y uno de los que más recauda en SADAIC. Es uruguayo, tiene 45 años y dice que era hippie.

La producción de Chiquititas lo conoce por Rocky. Dicen que porque es un ganador. Carlos Nilson, en cambio, di­ce que ese apodo se lo ganó de adolescente por su aficion al rock. Quizás ambas interpretaciones sean ciertas. Todas sus com­posiciones han sido un gran éxito comer­cial. Sus canciones se escuchan en la voz de José Vélez, Paloma San Basilio, Nicola Di Barí, CAE o Víctor Heredia, Compuso la cortina del programa Ritmo de la .Noche de Marcelo Tinelli. También La ola está de fiesta, de Flavia Palmiero, Brigada Cola, Jugate conmigo, Cebollitas, Dibu y Chi­quititas. Lleva vendidos más de 250.000 discos del tercer CD de Chiquititas. Y un millón y medio de ejemplares de sus dis­cos con Cris Morena. Y la lista sigue... 

Tiene 45 años, y anda en traje y pelo corto. Aunque, "cada tanto,’ se ocupa de aclarar que antes era hippie y que usaba mechas largas. A los 15 años se vino-de Uruguay, su país de origen, a la casa de unos tíos en Barrio Norte. De chico aprendió a tocar el bajo y más tarde la guitarra. “Lo mío era todo a poncho. Soy un autodi­dacta.” En 1976 fue a probar suerte a Euro­pa. 

¿Por la dictadura? 

¡No!, -responde sorprendido- yo no era un cantante de protesta... Me fui porque mi amigo Manolo Galván vivía en Madrid y me invitó a su casa. Acá tocaba en boli­ches como Mau Mau, en grupos de covers. También acompañaba a María Martha Serra Lima. Pero antes de España pasé por Ginebra, donde conocí a unos tanos que necesitaban un guitarrista que cantara. Entonces me quedé, tocando hits en boliches y cruceros... Volví en el 83. Y me la pasé cantando los jingles dé Cinzano, Telefé... Hice montones, la verdad es que no podría enumerarlos. 

Después te dedicaste a la música melódi­ca. 

Sí, porque es lo que más vende. De to­dos modos, mis ídolos son y serán Los Beatles. De chico sabía imitar hasta cómo respiraban. 
¿Cómo se fabrica un éxito? 
Los ingredientes para hacer un hit son: una linda melodía y un buen estribillo. Una introducción con un pequeño arreglo y un desarrollo que caiga en lo pegadizo. No es La felicidad ja ja. Me gustaría, pero no me sale... Pero mientras compongo no pienso que algo va a pegar... Se vende Ricky Martin, Julio Iglesias, y son una garca­da. Para hacer Chiquititas nos juntamos con Cris en su casa de Punta de Este. Ella tiene escritas un montón de letras. Y yo zapo encima. A mi me das un fax y le pon­go música. 
Se suele decir que Chiquititas tiene golpes bajos... 
Chiquititas es una comedia musical con una historia triste de huérfanos. Eso no es un golpe bajo, golpe bajo es la vida diaria, el noticiero. No sólo están las chicas po­bres si no las ricas. Es todo muy estereoti­pado. A los chicos les tenés que dar chi­cos. 
A pesar de lo que se diga, siempre té fue muy bien... 
En SADAIC suelo ser el primero en las recaudaciones junto con Cris. Algo así co­mo más de.200 mil pesos. Pero todos los días tengo que dar examen: ver si vendió más. O menos. 
¿Cómo te definirías? 
Soy súper romántico, un tipo de co­razón grande. Pero conservo un perfil más bien bajo. He vivido lindo y divertido. Co­mo dice un viejo amigo mío: menos mon­tar en globo y que me monten, lo hice to­do. 
A esta altura, podrías seleccionar con quién frahajás y con quién no... 
Trato de aceptar todo. No me importo el artista, todos merecen las mismas ganas. Si quiero puedo hacer hablar al perro y también un disco por mes. 

Espectaculos, Clarin
Sabado 23 de Agosto de 1997

9917 - Quique Villanueva - 2004 - 20 Secretos de Amor


El cantante Quique Villanue­va, de 55 años, creador de va­rios temas muy populares en la década del setenta, como De boliche en boliche y Za­patos rotos, murió ayer en el hospital Pirovano de la Capital después de una larga enfermedad, informaron sus familiares.
Villanueva, que formó parte de ese híbrido de la música nacional que en los setenta navegó entre el rock y la música melódica, fue uno de los fundadores del grupo Los Náufragos. Nacido el 29 de se­tiembre de 1942, saltó a la fama a fines de ' los 60 junto a su banda que estaba integra­da por el organista Gustavo Alessio, el ba­jista Guillermo Cimadevilla, el cantante y guitarrista Rocky Nilson y el baterista Jimmy Arce.
Sus canciones más conocidas, recorda­das en los años 90 a través de reediciones y nuevas versiones, fueron Vuelvo a nau­fragar, Otra vez en la vía, Yo en mi casa y ella en el bar (su versión del tema de Francis Smith) y Zapatos rotos.
Después del éxito de los años setenta, el cantante comenzó una carrera solista que contó con buenas y con malas. Ya sin la repercusión de Los Náufragos, Villanueva consiguió una considerable difusión en al­gunos países europeos y en las comunida­des latinas de los Estados Unidos, por donde emprendió una serie importante de giras. "Es habitual que durante mis giras se me acerquen personas que recuerdan una determinada canción, o que me ha­blen de los textos o me propongan ejem­plos que se les ocurren a ellos", solía re­cordar el cantante.
En los últimos años, Villanueva dirigía una fábrica textil y era dueño de un pe­queño club dé fútbol, Atlético Q.V. Villanueva es velado desde ayer a la mañana en Forest ál 900 y hoy será sepultádo en el Panteón de Sadaic dé la Chacarita


Clarin Espectaculos
Miercoles 5 De Noviembre de 1997
(sin firma)

9916 - Chico Buarque - 2017 - Caravanas

EN UN HOMENAJE AL CHE GUEVARA EN BUENOS AIRES
Chico Buarque vuelve a cantar
Lo hace después de tres años sin actuar en vivo y a diez de su última presentación en la Argentina.


El miércoles 8 de octubre, en el estadio de Ferro, se reali­zará un festival titulado Er­nesto Che Guevara: 30 años, que marca el regreso a la Argentina de Chico Buarque de Hollanda. El artista bra­sileño había cantado por última vez en la Argentina en abril de 1987, en la Bombo­nera, junto a León Gieco y Pablo Milanés. En esta oportunidad, actuará en el aniver­sario del asesinato del Che Guevara en Vallegrande, Bolivia, junto a -entre los artistas confirmados- Silvio Rodríguez, Daniel Viglietti, Víctor Heredia y Miguel Angel Estrella. Entre los no confirmados se cuentan Mercedes Sosa -para ese día va a estar en gira- y León Gieco. 
El festival se realizará previamente en Chile, en el Estadio Nacional, el 28 de se­tiembre, con la participación, además, de los cubanos Gerardo Alfonso y Vicente Feliú y los chilenos Patricio Manns, Angel y Javiera Parra, entre muchos otros artistas de diferentes países.  
Si bien Chico expresó más de una vez su rechazo a tocar en vivo (“No soy un hombre de show. Para mí, el placer de la composición es muy superior al de la eje­cución”, dijo más de una vez), el brasileño logró ser persuadido y está formando es­pecialmente para la ocasión una banda con seis músicos. 
Uno de los propulsores del homenaje al Che es Fray Beto, un sacerdote brasileño que dirige la revista América libre, amigo de Buarque. De todos modos, tímido irredento, el artista avisó que llegará pocas ho­ras antes de los conciertos y partirá “ape­nas terminen”. 

La última vez que Chico Buarque había tocado en vivo fue en 1994, en el monu: mental Canecao de Río de Janeiro, con motivo de la presentación de su notable disco ParaTodos, en el que.homenajea a parte de los grandes de la música brasi­leña, de Joao Gilberto a Tom Jobim, pa­sando por Caetano Veloso, María Bethania y Rita Lee. Ahora vuelve, por obra y gracia del Che y junto a otros grandes de la música lati­noamericana. Por algunas semanas dejará sus más preciados placeres y compromi­sos: la composición, la escritura, la lucha por los Sin Tierra, Río de Janeiro, París, el fútbol, el whisky.

Espectaculos. Clarin
Jueves 21 de Agosto de 1997
Mariano Del Mazo

9915 - U2 - 1997 - Pop

TERMINO LA FASE ARGENTINA DEL POP MART TOUR

U2 y una despedida con sabor a triunfo 

Fueron tres conciertos brillantes y sin precedentes. La banda irlandesa conmovió con su música, su despliegue escenográfico y tecnológico, y su permanente adhesión a los derechos humanos

Pasó U2. Y para los que hayan visto alguno de sus shows, ya nada volverá a ser lo mismo al menos en cuanto a recita­les en estadios se refiere. Su Pop Mart Tojir (el espectáculo con el que giran por todo el mundo y que trajeron a la Argenti­na) es una suerte de cátedra de la que de­berán aprender, de ahora en más, los que se dedican al mismo negocio que la banda irlandesa. 

Un negocio en el qué los U2 no duda­ron en invertir millones de dólares y que, con los resultados a la vista, les da un rédi­to doble, económico y artístico. Por un la­do, las, fabulosas ganancias; por el otro, la certeza de estar haciendo un espectáculo único. 

Porque de eso se trató: por aquí no se vio nada igual. Un show concebido para las masas, para que pueda ser visto por to­dos los asistentes al estadio y no solamen­te por los que están adelante. Un show que empieza por la música (más allá de grandiosidades, la base son sus buenas y personales canciones) y que sigue en esa enorme pantalla que no sólo amplifica el recital, sino que le da muchísimos mati­ces -desde iconos de la cultura pop, como Lennon o Marilyn, a esa particular evolu­ción del hombre... que termina con un ca­rrito de supermercado-. Como también es otro matiz ese enorme limón, que deviene bola de espejos y luego nave espacial con los U2 dentro. En fin, todo puesto en fun­ción de entretener y que bien puede ser definido como un verdadero espectáculo multimedia. 



Y, quedó claro, que además de la músi­ca, lo de los irlandeses pasa también por él compromiso. El compromiso político. Vie­jos rñilitantes de Amnesty Internacional y de Greenpeace, desde antes de llegar a la Argentina venían manifestando su interés en conocer a las Madres de Plaza de Mayo. Y no., fue una visita en plan formal, sino en plan de tomar partido: grabaron un video para ellas y les pidieron imágenes que pro­yectaron en los tres shows. En el primero las hicieron subir al escenario, en el se­gundo Bono habló de ellas con el público y en el tercero, el recuerdo (y el homenaje) fue para José Luis Cabezas. Del mismo modo, los tres conciertos terminaron con Bono cantando “El pueblo vencerá”. Puede parecer un poco demagógico, pero igual no se privó de hacerlo y eligieron fi­nalizar los shows “bien abajo”, cuando la consigna en los estadios es terminar siem­pre con un hit Ahora vendrán los Oasis, volverán los Rolling Stones, pero va a ser muy difícil (¿imposible?) que superen la sorpresa y la grandeza de este Pop Mart Tour.


Clarín Espectáculos 
Lunes 9 de Febrero de 1998

9914 - The Rolling Stones - 1999 - No Security [Live]

INTIMIDADES DE UNA PRESENTACION BREVE Y ESPECTACULAR


Los Rolling Stones, otra vez en el ruedo del rock and roll.
En sólo quince minutos, anunciaron oficialmente el nuevo disco, Puentes a Babilonia, y la gira mundial que arranca el mes próximo. Fue en el puente de Brooklyn, al que llegaron en un Cadillac.


Dios es stone. O por lo menos, lo fue justo a la una y media de la tarde del 18-8-97 de su eternidad, simplemente porque le de­volvió el sol a una Nueva. York que había amanecido lluviosa. A esa hora, las cuatro piedras que quedaron rodando hoy -Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts, Ron Wood- habían preparado su gran confe­rencia de prensa bajo el legendario puente de Brooklyn, al aire libre y para cinco cen­tenas de periodistas de todo el mundo. Y para el resto de las personas, vía satélite.




Semejante evento sirvió para anunciar la salida del nuevo disco en estudio a tres años del exitosísimo Voodoo Lounge. Por supuesto, al álbum prometido para el 30 de setiembre lo promociona una nueva gi­ra gigantesca que arranca una semana an­tes en Chicago e incluye a la Argentina re­cién para fines de abril o comienzos de. mayo de 1998, según Michael Cohl, el pro
motor de la movida. En los Estados Uni­dos, Foo Fighters, Sheryl Crow, Dave Matthews, Blues Traveler, Jamiroquaiy los Smashing Pumpkins ya fueron elegi­dos como teloneros. El precio promedio de la entrada será de 50 dólares.

La criatura por nacer se llama finalmen­te Bridges to Babylon (Puentes a Babilo­nia), pero pasó por otros títulos tentativos: Blessed Poisón (Veneno bendito), Flip the Switch (Girá la perilla) y uno que los ponía a jugar a ver quién era el más escueto con el Pop de U2; Rock. Dicen que se compu­so en la paradisíaca isla de Barbados (Ri­chards) y en Los Angeles, Francia y Kenia (Jagger). Don Was insiste en la produc­ción general luego de haberlos revitalizado en Voodoo Lounge y Stripped, pero se agregaron dos nombres que hicieron tem­blar a los fans tradicionalistas: The Dust Brothers y Babyface. Los primeros fueron los responsables de excelentes collages tecno-rock firmados por Beck o Beastie Boys y de darle una manito a los chicos de Hanson. El segundo se especializa en descafeinar para la FM a divas negras del soul como Toni Braxton o Whitney Houston.

Por lo poco que nos dejaron oír a alto volumen, es una falsa alarma: los Stores no se han vuelto tecno o blandos baladistas soul. Apenas, si suenan algo biónicos, fortalecidos con leves prótesis electrónicas y maquillaje de estudio. Pero es sólo más del mismo rhythm & blues marca Stone,

Y habrá quién insista: “Pero me gusta".

Como si esto fuera poco, don Jagger al­quiló los servicios de otro productor, Danny Saber -quien se codeó con gente como U2- para dos canciones, Fuera de control y Cara de pistola. En este tema, los Stones tocaron en vivo mientras el mu­chacho disparaba sonidos desde su sampler. “Para los Stones esto es experimen­tal”, le aseguró Richards al periodista Da­vid Friclce. Pero experimentar tiene sus límites para estos cincuentones que dicen seguir "con tal de no aburrirnos, que es lo peor que te puede pasar”.

Eric Clapton, el saxofonista Wayñe Shorter, la bajista Me’Shell Ndegeocello y el viejo amigo Billy Preston figuran en la lista de invitados, junto al bajista desde la partida de Wyman: Darryl Jones.


Ahora bien, si ustedes creen que mu­chos de estos datos fueron cedidos por la banda durante su conferencia, están muy equivocados. Si no fuera por el máterial de prensa que entregó el sello Virgin, sendos reportajes al periódico New Musical Ex­press y a la Rolling Stone, no sabríamos nada de nada. Lo de la conferencia enton

ces no fue más que una excusa para volver a demostrarnos que estos rokceros billonarios llenos de castillos e hijos por todas partes se niegan a jubilarse y perder el tro­no de superestrellas. Y que aún tienen a la prensa mundial a sus pies hasta cuando soplan la trompeta de un anuncio, nomás.

Los turistas que atravesaban en crucero el East River el lunes a la siesta tuvieron la oportunidad de fotografiar a 500 periodis­tas del mundo sentaditos en sillas de plás­tico como en una fiesta de promoción, es­perando a "la banda de rock más grande del planeta" que, la verdad, ya venía retra­sada. Pero tal impuntualidad tenía su mo­tivo: un Cadillac colorado 1955, de los con­vertibles, que deslizaba al cuarteto por el puente de Brooklyn vacío y custodiado, con Jagger al volante y los otros cuidando 
que la velocidad no les arranque el pelo.


Los periodistas no sabían si seguir la es­cena sentados en la versión pantalla gigan­te filmada desde helicópteros o ponerse en puntas de pie a vitorear cómo se acercaba; el puntito allá arriba. Pero pronto, el puntito se hizo un auto grande y los cuatro fabulosos calaveras se bajaron del Cadillac para subirse a una tarimita. Entonces comenzó esta especie de presentación de Titanes: Mick, el esqueleto Bocón vestido de Sargent Pepper; Keith, el jorobadito del sexto dedo de tabaco; Ron el cuervo y su inseparable amigo Charly, el Yeti bueno. Qué escenografía pobre para semejante, superproducción: no había caso, la grúa elevaba el poster con la tapa del disco creando una pared, pero se caía una y otra vez. Los periodistas yanquis tuvieron prioridad y, como la prioridad duró lo mismo que la conferencia -o sea menudos quince minutitos-, tuvimos que conformarnos con respuestas sosas a preguntas sosas.

Todo empezó con un sketch de Mick Jagger. Primer acto, Mick baja hasta donde estamos los 500. Segundo acto Mick se hace el periodista de seriedad tonta y le .......


Clarin - Espectaculos
Miercoles 20 De Agosto de 1997

9913 - Silvio Rodriguez - 1984 - Triptico Vol I

El Trovador Rebelde

El mes próximo, será lanzada en disco compac­to una recopilación de la obra del cantautor cuba­no Silvio Rodríguez.
El material original que acaba de aparecer en Buenos Aires fue remasterizado. - Los discos son: Días y flores (1975), Al final de este viaje (1978), Mujeres (1978), Rabo de nube (1980), Unicornio (1982), Tríptico 1 (1984), Tríptico 2 (1984), Trípti­co 3 (1984), Causas y azares (1986), Oh melancolía (1988), Silvio (1992), Rodríguez (1994) y Domínguez (1996).



Escuchar el material como un concepto integral representa una buena oportunidad para acercarse a algunos aspectos del arte del cubano, Silvio Rodríguez siempre quedó atado a la ambigua definíción de canción social, dentro de la cual caben inescrupulosamen­te desde los Quilápayún hasta Nacha Guevara. La etiqueta, está claro, no le queda del todo mal: el propio Rodríguez asume esa con­dición y. releyendo las letras de sus canciones se puede tener un panorama bastante nítido de las idas y vueltas del proceso político cubano. Los mismos títulos son paradigmáticos. Desde “Ojalá” (compuesta mucho antes que la fecha de su grabación, 1978) y “Vamos a andar” (1980) hasta “El necio" (1992) o “Flores noctur­nas” (sobre las jinetes de La Habana, 1994), Silvio Rodríguez su­po pasar de la épica encendida a. retratos de época reflexivos, agu­dos y hasta melancólicos. Musicalmente, sus comienzos estaban definidos por el acompañamiento de su sola guitarra. Luego integró ritmos caribeños, jazzeros, hasta rockeros a la cubana, para regre­sar a las fuentes —con su tríptico Silvio, Rodríguez y Domínguez en una doble vuelta—: a la guita­rra trovadoresca y'sus ancestros.



La obra poética que no tiene nada que ver con la producción sistemática de discos, sino con las obsesiones recurrentes y ese : hilo conductor que lo destaca de cualquier otro artista, y en el cual se detallan sus evoluciones y zig-zagueos. En Silvio Rodríguez está el compromiso con la Revolución Cubana, pero; también están el tratamiento delicado de los con­flictos amorosos, una tendencia a lo fantástico, un manejo exacto de la metáfora y una capacidad poética que no cae en lo críptico ni en la sensiblería.

La Republica (Uruguay)- Cultura
Domingo 27 de Abril de 1997

9912 - Ruben Blades - 1996 - La Rosa de Los Vientos

El Hombre Orquesta

Acaba de editar un disco y de filmar junto con Brad Pitt. Pinta, hace periodismo, le gusta la arqueología. Y tiene tiempo de pensar en Maradona.



En tu último disco, La rosa de los vientos, decidiste difundir a autores panameños, ¿Vas a seguir con esa línea? 
No. Mi próximo álbum va a ser combi­nado, Voy a hacer temas propios pero también canciones de autores panameños desconocidos. De todos modos, creo que los más destacable de La rosa de los vien­tos es que se realizó enteramente en Pa­namá. Eso produjo un buen revuelo. El hecho de que un disco panameño haya quedado bien grabado y que pueda com­petir con dignidad a nivel internacional ha levantado la moral de muchas personas. Sobre todo de los músicos jóvenes.
Sorprendió tu versión de Amándote, de Jaime Roos.
Es el único tema no panameño del ál­bum. Me lo hizo escuchar Enrique Lopetegui, un periodista uruguayo que trabaja en Los Angeles. Me encantó. Después me lo encontré a Hugo Fattoruso en Nueva York , y le pedí que grabara la percusión. Como intérprete, me tomé el atrevimiento de añadir algunos versos. Espero que a Jaime le haya gustado.
Igualmente, muchos esperan tu regreso como autor.
Bueno, volveré. Hay gente que me pre­gunta por mi ego autoral. La verdad es que me gusta hacer cosas diferentes. Cuando tenía 25 años sí tenía mi ego, y estaba preocupado por cantar sólo mis cosas. Ahora, a punto de cumplir los 49, estoy más distraído. Me gusta abarcar más tra­bajos, incluso en distintas disciplinas,
¿Por ejemplo?
Tú sabes que actué en Enemigo íntimo, con Harrison Ford y Brad Pitt. El cine es una proyección interesante para mi vida. Tanto, que películas de gran producción cómo Enemigo íntimo me permiten parti­cipar en otros proyectos independientes. De hecho, acabo de llegar de Hong Kong, donde filmé con Jeremy Irons The Chinese Box, una película independiente dirigi­da por Wayne Wang. Además estoy pre-produciendo Historia de tres mujeres, que será el primer filme escrito, rodado y diri­gido por panameños y en Panamá. 
No es poco.
Y hay más cosas en mi vida. Desde hace cuatro años estoy pintando. La pintura es una pasión. En ese sentido, el 96 fue muy productivo. Pinté muchísimo con acrílico. Además sigo husmeando en la arqueo­logía...
¿Arqueología?
Me encanta la arqueología. Ahora voy a participar en una expedición a unas ruinas recién descubiertas en Yucatán. Pero esto no se acaba aquí: también escribo columnas políticas para un periódico panameño, y sigo metido en asuntos de mi partido Papá Egoró.


La variedad de tus actividades es impresionante. Sin embargo, nunca lograste volver a tener el suceso artístico de los tiempos de discos como Metiendo mano y, especial­mente, Siembra.
Es que han cambiado las condiciones. Ahora es mucho más difícil abrirse paso entre la enorme cantidad de producciones discográficas. Y los programadores de ra­dio optan por artistas jóvenes, que priorizan las letras de amor. Lo mío siempre fue más difícil, con letras sustentadas en lo so­cial, en lo urbano y hasta en lo existencial. Ahora se prioriza el escape, el no pensar. Y si bien mis discos se venden bien, no es a los niveles de escándalo que tuve con Siembra.
Escuchándolas ahora, aquellas canciones quedaron como postales de la Guerra Fría. 
Algunas sí. Pero no todas. Siempre traté de evitar tanto el panfleto como cierto elitismo intelectual.
Hablando de elitismo, aquí en la Argentina ocurre un fenómeno curioso. La cumbia y otros ritmos tropicales son consumidos por clases más bien populares, mientras que la salsa parece que tuviera otro nivel.
¿Eso ocurre en la Argentina? No lo sabía. Debe tener que ver con lo que decía antes, con los programadores de radio y digitadores de modas, 
¿Cuándo venís a la Argentina? 
Cuando me inviten. Estamos haciendo un espectáculo titulado "Una noche pana­meña",  que es realmente bello. Me encan­taría que los argentinos lo pudieran juz­gar. A propósito de la Argentina, ¿te pue­do hacer algunas preguntas? 
Sí, claro.
¿Cómo anda Fito Páez? 
Bien, con mucho éxito.
¿Siguen Les Luthiers?
Sí, siguen.
¿Firma Maradona con Boca? 
Nadie lo puede saber, 
Era bueno el Gordo, ¿eh?

Clarín Espectáculos
Domingo 6 De Abril de 1997

9911 - Robert Plant - 1993 - Fate Of Nations

Robert Plant viene a plantar bandera

Hipersehsltivo: más ru­bio que nunca, el legen­dario líder de Led Zeppelin llega por primera vez a Buenos Aires para pre­sentar su último disco.
Con la música orgánica, según la define con sus propias palabras, a los cuarenta y cuatro años Mr. Plant parece decidido a encarar una nueva etapa en su carrera so­lista.
Lejos de los dictados de la moda y de la excesiva asepsia de la tecnología, en este último registro, Fate of Nations, el músico se de­dicó a “tomar las cosas que siem­pre fríe gustaron y hacerlas latir. Antes, en mis primeros trabajos. sin el grupo, trataba de unir todo lo que fuera corriente y luego le agregaba mi personalidad. Ahora me interesa recorrer otros cami­nos”.
Fate of Nations trae sonoridades indias, africanas y orientales. Mú­sica pop, rocanroles ásperos y la­mentos espirituales: diversidad en función de la unión.

Grabados en vivo Chris Hughes, productor del ál­bum, asegura que todos los temas fueron grabados en vivo, con la base rítmica de Charlié Jones (bajo), Kevin Scott y Mac Michael (guitarras), Phil Johnstone (te­clados) y Michael Lee o Pete Thompson (batería), :
Como complemento se sumaron Francis Dunnery, Doug Boyle, Chris Blackweli y el mismísimo Hughes, cuando fue necesario.
Tampoco faltaron invitados es­peciales, como Richard Thomp­son, Marie Brennan y Nigel Ken­nedy.
Según Hughes, “la actitud para tocar contó ante todo , en este proyecto”; algo con lo que Plant está de acuerdo: “El porte y la ta­lla,, el feeling del guitarrista al to­car es lo qué cuenta, no su habili­dad para quemar las cuerdas, por­que eso no conmueve el espíritu”. 

Quiero ser, quiero estar 
“Quiero ser móvil -dice el pro­cer del rock pesado-, poder darme vuelta y llevar la música adonde  ella quiera ir. 
“Quiero algo que sea emotivo -continúa Plant-, que no esté ama­rrado a las restricciones usuales de la carrera. Me gustaría pensar que puedo salir cuando quiero a cualquier punto, a cualquier lu­gar, con cualquier núVnero de mú­sicos y simplemente poder tocar. 
Yo creo que uno debe estar prepa­rado para abrir su corazón, ser vulnerable y tal vez tonto, y si la música es real entonces pegará”.