ORQUESTA DE UN MÚSICO SOLO
Con recursos infinitamente nobles y modestos (su guitarra y su voz), Joao Gilberto demostró la vigencia de su arte singular. Y que los clásicos siempre pueden sonar como si fuera la primera vez.
De pronto, Joao Gilberto entra al escenario sin dar tiempo siquiera para que las luces de la sala puedan apágarse con alguna anticipación. El sonidista ajusta los niveles en pleno recital: Gilberto no va a las pruebas de sonido. El brasileño es así: del hotel al trabajo, y del trabajo al hotel. Trabajo es una forma de decir, en el caso Gilberto. Porque cantar y tocar quizá sean para el fundador de la bossa nova ni más ni menos que las fronteras precisas que delimitan su espacio vital.
En una época en que suele asimilarse y confundirse espectáculo con espectacularidad, lo de Gilberto viene a recordar que, al menos en la música, lo esencial es invisible a los ojos. Una silla, una mesita con un vaso, una botellita de agua mineral y una toalla por las dudas; unos bafles para escucharse, micrófonos, una iluminación grata y que no molesta, una amplificación fiel, y listo. El resto es un artista maduro, enfundado en un traje de calle sobrio y quizás un poco fuera de moda, zapatos bien lustrados, anteojos por indicación médica y una guitarra afinada y sonora.
Hasta aquí, los objetos. En cuanto al sujeto, sucede que Joao Gilberto es un maestro en el arte de cantar y tocar. Quizá la mera distinción entré cantar y tocar sea, en el caso Gilberto, una descripción inexacta. Habría que hablar de cantocar, de un único verbo donde confluyan voz y guitarra en un mar cargado de swing y expresividad, tal como sucede con la voz y la guitarra de Gilberto.
El bahiano dice "buenas noches”, se sienta y, en un pase mágico, reduce las vastas dimensiones de un gran teatro lleno de fieles a las inmediatas y cálidas vecindades de una reunión amistosa y casera. No hay discursos, chistes ni comentaríos. Sólo canciones. Una tras la otra.
Don Joao tiene una voz más bien chiquita y con un color que no tiene nada de especial, salvo lo que hace con esa voz. Por ejemplo, proyectar y expandir las posibilidades del fraseo a una dimensión verdaderamente alucinante. El canto de Gilberto flota sobre el pulso de cada canción, describiendo imprevisibles volutas melódicas que se atrasan, alcanzan y se adelantan exquisitamente al ritmo de fondo que él mismo genera en su guitarrá.
Impacta también esa capacidad para comprometerse entero con temas escuchadísimos al punto de volver a ofrecerlos con la frescura de un estreno. Llama la atención cómo Gilberto logra conmover y sorprender con clásicos como Corcovado, Retrato en blanco y negro, Eclipse de amor, Desafinado, Yo sé que voy a amarte, Samba de una sola nota, Saudade da Bahía y hasta Chega de saudade y la mismísima Chica de Ipanema, que Gilberto canta quizá desde aún antes de que fueran compuestas.
Acompañándose, el Gilberto guitarrista se desentiende completamente de los vericuetos en que se aventura el fraseo del cantante, y le regala una base sin tregua ni fisuras. El pulgar derecho hace de contrabajo pulsátil, una especie de walking bass bossanovesco, mientras,que sus colegas índice, medio y anular deliran de swing y completan refinadas armonías hilvanadas en una trama infinita de síncopas.
El ritmo se completa con la percusión virtual que se deriva de los sutiles juegos de manos y laringe gilbertianos, que a veces se materializan en algunos mínimos movimientos y golpes de sus pies.
Y así, solo y solito en medio del escenario, Joao Gilberto es una orquesta.
Clarin Espectaculos
Lunes 20 de Octubre de 1997
Gabriel Senanes
01 - Joao Gilberto - Chega de Saudade - 01 - Chega de Saudade
02 - Joao Gilberto - Chega de Saudade - 02 - Lobo Bobo
03 - Joao Gilberto - Chega de Saudade - 03 - Brigas, Nunca Mais
04 - Joao Gilberto - Chega de Saudade - 04 - Ho-Ba-La-La
05 - Joao Gilberto - Chega de Saudade - 05 - Saudade Fez um Samba
06 - Joao Gilberto - Chega de Saudade - 06 - Maria Ninguem
07 - Joao Gilberto - Chega de Saudade - 07 - Desafinado
08 - Joao Gilberto - Chega de Saudade - 08 - Rosa Morena
09 - Joao Gilberto - Chega de Saudade - 09 - Morena Boca de Ouro
10 - Joao Gilberto - Chega de Saudade - 10 - Bim Bom
11 - Joao Gilberto - Chega de Saudade - 11 - Aos Pes da Cruz
12 - Joao Gilberto - Chega de Saudade - 12 - E Luxo So
Un artista muy particular
Bastante antes del fin del concierto de Joao Gilberto del sábado, algunos plateístas, entre ellos'Bernardo Neustadt, partieron raudos. Una de tres: no sabían con qué clase de espectáculo se. toparían, no les gustó, o se les hacía tarde para otro compromiso.
Gilberto viaja con 9 personas: su mánager, un médico, un monitórista de sonido y varios amigos que se alojan en el mismo hotel. Sin embargo, no sale de su habitación ni para comer.
En Chile, minutos después del terremoto apareció en el lobby del hotel con la valija en una mano y la guitarra en la otra, listo para huir. Finalmente lo tranquilizaron y actuó en Santiago.
Quizá por desconocimiento de la legendaria austeridad y reserva de Joao Gilberto, las autoridades culturales de Buenos Aires no lograron entregarle las distinciones que le tenían preparadas. Como siempre, apenas terminado su recital Gilberto corrió a su hotel. Si dejó plantadas a celebridades como Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir o Jorge Amado...